Capítulo II

7.7K 412 251
                                    

La luz del sol se colaba por la ventana, anunciando un nuevo día. Los ojos azules de Naruto se abrieron de golpe un tanto desorientado, se incorpora en la cama y siente como si le taladraran la cabeza por dentro; se pasa la mano por el pelo y mira a su alrededor.

—Carajo— suelta de repente, al mirar la ropa regada por el suelo, sobre todo aquel vestido rojo. Se levanta rápidamente de la cama y mira a la peliazul acostada, aún dormida, toma sus calzoncillos y se los ponen —Hinata— la llama, zarandeandola un poco. No podía creer lo que estaba viendo...
Los ojos de la ojiperla poco a poco se iban abriendo, después de unos parpadeos finalmente estaba completamente despierta.

—Levántate y vístete— agrega en tono seco y se dirige hacia el baño.

La ojiperla se quedó perpleja ante la actitud del rubio, sabía que él no reaccionaria de manera agradable... Pero tampoco había esperado que resultará tan tajante. Escuchó el agua de la ducha, señal de que Naruto estaba bañándose. Se baja de la cama y comienza a vestirse, trata de arreglar un poco el desastre que ahora era y una vez lista se sienta al borde de la cama.
Naruto sale de la ducha; estaba completamente vestido, sus ojos se dirigen hacia la mancha roja que yacía en la cama.

—Mierda— gruñe dando un golpe en el buró.
Ese gesto hizo que la ojiperla se sobresaltara, de los nervios comenzó a morderse el labio inferior manteniendo la mirada en el suelo. 

—L-Lo siento— dice en un susurro apenas audible.

—Carajo Hinata no te disculpes— grita.

La ojiperla acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja, definitivamente todo estaba mal...

—No puede ser, no puede ser— se pasa las manos por el cabello mojado. Respira hondo. —Te llevaré a tu casa— dice por último.

—Podemos hablar de esto, solucionarlo— habla Hinata poniéndose de pie. —Estábamos tomados y...—

—Por dios Hinata, escucha lo que dices... No es así de simple— alza la voz. —Yo jamás hubiese hecho esto contigo.dicho esto sale de la habitación, cerrando la puerta de golpe.

Hinata sentía que el suelo se abría a sus pies... Ojalá y así fuera para no sentir lo que estaba sintiendo en ese momento, le faltaba la respiración y las lágrimas comenzaron a brotar, se lleva ambas manos a su boca tratando de ahogar los sollozos.
Naruto caminaba de un lado a otro, se pasaba las manos por el cabello una y otra vez, como si ese gesto le ayudara a apaciguar su mente. No dejaba de pensar una y otra vez en que todo había sido un error, había tomado la inocencia de Hinata y en las sábanas estaba la prueba de ello, había sido el primero y eso lo hacía sentir peor, pues no la amaba. Después de tanto ir y venir de un lado a otro, se sienta en uno de los sofás del living, apoyando sus codos sobre sus piernas y con ambas manos cubriendo su rostro, permanece así por un buen rato, hasta que el sonido de unos tacones en el suelo hacen que se incorpore.

—Te llevaré a tu casa—

—Puedo tomar un taxi, no es necesario que me lleves— responde tímidamente la ojiperla.

∞ALWAYS∞Where stories live. Discover now