Capítulo XII

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Cada mañana Naruto despertaba antes que Hinata, admiraba su rostro; algo que se le había hecho rutina y después depositar un beso en sus labios.
Recuerda el día en que movió las cosas de su habitación para acomodarlas en la suya, había sido extraño pero reconfortante, poder dormir con ella como tantas noche había deseado, pero prefirió castigarse y estar sin su calor corporal y admirarla mientras aún permanecía dormida. Ahora podía disfrutar de ello y había sido jodidamente genial.

—Hola— susurra Hinata, sin abrir los ojos.

—Me has pillado— confiesa travieso.

—Algo me hace pensar que lo haces muy seguido—

—No confesaré sin que haya un abogado presente— la abraza.

Hinata se acurruca entre su pecho, sentía que era su lugar favorito en todo el mundo; estar en los brazos de la persona que ama.

—Amo esta pequeña bola de carne— habla Naruto, mientras posa su mano sobre el abdomen de la mujer.

—Aún tengo 3 meses de embarazo, no es muy notorio—

—No hemos pensado en un nombre aún— Naruto se queda pensativo.

—Es muy pronto para ello— sonríe Hinata. —Pero me parece muy tierno que estés ancioso—

—Como no estarlo, es nuestro primer hijo— le da un beso en la frente.

—Aunque me siento un poco triste— la ojiperla se acurruca más en los brazos de su esposo.

—¿A qué se debe?— pregunta curioso.

—En todo este tiempo he ido a chequeo con Sakura, ella me habla de manera normal... Pero a veces la siento como una extraña, voy con el neurólogo y aún no puede darme una respuesta sobre mi amnesia. Tengo miedo de jamás recordar mi pasado, quiero recuperar mis recuerdos. Quiero recordar todo sobre nosotros— se acomoda y apoya su cabeza sobre el pecho del rubio.

Naruto se queda sin saber que decir. En los últimos meses, no se había planteado la posibilidad de qué es lo que pasaría si Hinata recuperaba la memoria. Era consciente de que no podría ocultar la verdad por siempre, tenía que decirla antes de que todo empeorara; pero quería más de ella, enamorarla y aunque no borraría el daño hecho, trataría de sanar sus heridas.

—¿Pasa algo?— pregunta la peliazul levantando levemente la cabeza para mirarlo.

—Nada en especial, solo pensaba que eres la mujer más hermosa— dice por último.

—Dices eso porque me amas— le da un beso en los labios.

—Y porque es verdad—

—Me encantan los domingos por la mañana— vuelve a recargarse en su pecho. 

—¿A qué se debe?— pregunta Naruto con curiosidad.

—No tienes que ir a la oficina y porque me llevas a los lugares que recorrimos alguna vez—

—Tengamos una cita— suelta de repente el rubio.

Hinata se incorpora de manera rápida, lo mira detenidamente.

—¿Qué sucede?—

—Sal de la habitación— comienza a empujarlo fuera de la cama.

—¿Qué? ¿Por qué?— Naruto comienza a resistirse.

—Sal, sal...—

—Vale, vale... Me voy por mi cuenta, pero necesito ducharme—

—Dúchate en el otro baño, tienes ropa limpia en el cuarto de lavado, está doblada y acomodada en el cesto— lo empuja hasta la puerta.

∞ALWAYS∞Место, где живут истории. Откройте их для себя