Capítulo 13

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Yo confío en ella más que nadie en este maldito lugar, pero debo protegerla. Mientras yo me encargo de leer y esconder bien todos los informes respecto a los últimos movimientos de Zack más cercanos a este lugar, procuro entretener a Coraline entregándole algo interesante para leer mientras pasa el tiempo a mi lado en la oficina. A ella le fascina leer informes sobre todos los Portentos que existieron desde que La Resistencia fue fundada. El primer día llegó a acabarse 3 cajones completos de un solo archivero y, al tercer día de vuelta a la oficina, logró acabarlo completamente. Realmente le entusiasma.

- ¿Por qué aún no puedo saber quienes son los otros 4 que se encuentran junto a mí entre los 5 Portentos más destacados? -preguntó sintiéndose un tanto molesta conmigo; y para asegurarse de que yo le diera mí total atención, me arrebató los informes que tenía entre en mis manos y se sentó sobre el escritorio justo frente a mí.

Tenía la posibilidad de admirar sus gruesas piernas de cerca, pero ese era un riesgo que aún no me atrevo a correr por el temor de sentir el doloroso ardor de sus uñas rascando mí rostro por una bofetada...

- Porque lo mejor siempre se debe guardar para el final. Además ¿Para qué deseas saberlo con tanta desesperación? Piensa que tú eres la número 1 y que nunca nadie podrá superarte jamás. -me puse de pie para que nuestros rostros quedarán enfrentados, y aproveché su distracción para arrebatarle los documentos que ella me quitó en primer lugar. No puede tocarlos.

- Me da igual ser o no la mejor o la mejor de todos; de igual manera no creo que lo sea, ya que, al igual que todos, tengo mis debilidades, y no son nada difíciles de burlar. -se quejó disgustada conmigo y su nariz se arrugó de tal manera que no pude evitar sonreír como un idiota.- ¿Por qué sonríes, estúpido? Estoy hablando enserio.

- Ya lo sé. -dije, tomando sus mejillas y las apreté con fuerza. Me siento tentado a morderla; pero estoy seguro de que si llegara a hacer eso, ella me lo devolverá de una manera muy poco "adorable".

- Te odio. -gruñó molesta, y me empujó con fuerza para poder librarse de mí. Volvió a tomar unas cuantas carpetas con los datos de otros Portentos, y se sentó del otro lado de mí escritorio para continuar husmeando.

Por un instante me sentí cansado de continuar leyendo, por eso dejé las cosas de lado por un momento, y nuevamente me acerqué a ella por detrás para rodearla con mis brazos. Yo sé que no le molesta. Apoyé mi mentón sobre su hombro, y luego hundí mí nariz en su cuello para poder percibir su rico perfume nuevo. Adoro el delicioso aroma a coco sobre su piel...

- Es bastante curioso descubrir que hayan podido existir tantas variedades de poderes especiales. Muy pocas veces se repiten, y por el momento no he logrado encontrar a nadie que haya llegado a tener tan solo un factor similar a mí. Se podría llegar a decir que el cuarto estado de la materia es algo original de mí. -concluyó, y yo la observé detenidamente durante un par de segundos, oyendo atentamente sus palabras.- Creo que el único eres tú, en el aspecto de que eres capaz de dominar a la perfección un segundo poder que forma parte de ti; sin mencionar tus capacidades físicas sobresalientes...

- Estoy totalmente de acuerdo contigo al respecto. -confirmé depositando un pequeño beso sobre su mejilla y también su hombro descubierto.

- No tienes idea de qué es lo que acabo de decir. Estás demasiado entretenido molestando como de costumbre. -se quejó, pero de todas formas no me alejó de ella. No lo admite, pero puedo sentir cuanto disfruta de mi cercanía.

- ¿Sabes? Estuve pensando que a estas alturas de nuestra relación, tú y yo podríamos...

La puerta de la oficina se abrió bruscamente y rápidamente nos aportamos el uno del otro. Al ver quién era el idiota que se atrevió a interrumpirnos, me molesté bastante. Alberto no debería venir a molestarnos.

Geschraubt 3.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora