Capítulo 11

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Me las arreglé para recuperar la ropa original de Coraline, el conjunto con el cual ella llegó a este lugar, y corrí inmediatamente a mí habitación para prepararme.

Eran ya las 12, y a las 2 A.M. (exactamente) Neels se encargará de desactivar cualquier alarma o mecanismo de vigilancia en todo el lugar para que Cc y yo podamos salir de aquí. Yo me tardé un poco en arreglarme, debido a que no sabía si mi aspecto debía ser un poco formal o informal. Tenía dudas porque no deseo darle una primera impresión equivocada. Si luz o demasiado formal, ella podría llegar a sentirse incómoda, pero si visto demasiado informal seguramente pensará que es solamente un simple paseo sin importancia.

- Se nota que tú jamás has tenido una cita. -dijo Louis al verme cambiar de camisa cada 2x3. Él me observaba dar vueltas nerviosamente por toda la habitación, sentado desde su cama.

- ¿Y tú sí? Si no tienes nada útil que decir, cierra la boca. -gruñí, peinando mi cabello.

- Esa camisa es mía y te queda corta y ajustada. Tus pezones sobresalen. Atraerás a muchos homosexuales si sales así, porque eso los pantalones también son un asco.

- Está camisa no es... - me miré bien frente al espejo y maldije, porque él tenía razón.- demonios.

Corrí en busca de otra camisa. Escogí una camisa gris plomo que no me quedaba ni muy ajustada ni muy suelta, un pantalón suelto color negro y zapatos negros. Aún no sabía cómo peinar mi cabello, y resoplé frustrado al ver que unos mechones rebeldes caían sobre mí rostro.

No sé si deba mirarlo un poco y peinarme sofisticadamente, ya que a ella siempre le gustaron esa clase de peinados; pero puede ser que el tenerlo algo despeinado pueda lucir sexy... Joder.

- Ni mis hermanas eran tan problemáticas como tú a la hora de prestarse para salir. -opinó Louis y yo lo miré furioso.

- Invita a Leyla a salir, idiota. Quiero ver si puedes estar tan tranquilo a la hora de prepararte. -le respondí de mala gana.

- Pierdes el tiempo peinándote. De todas formas, luego de unos 10 minutos te vas a despeinar.

- Bien, lo dejaré así. -cepillé mi cabello con una mano para echarlo hacía atrás, y sin importar que otro mechón cayera sobre mi ojo derecho, comencé a buscar una chaqueta.

Louis suspiró frustrado y se puso de pie maldiciendo entre dientes, ya cansado de verme dar tantas vueltas, y sacó un saco largo semiformal del armario para entregármelo sin perder la oportunidad de golpearme duramente en el pecho.

- Toma sus cosas y ve por ella ahora mismo. Ya son las 1:20 y no tienes demasiado tiempo, maldita sea. -me empujó bruscamente para que saliera pronto de la habitación y yo me coloqué el maldito saco.

- ¡Okey! Ya me voy...

Tomé el bolso en el cual se encontraba la ropa de Coraline y salí rápidamente de la habitación, en dirección al onceavo piso para ir por ella.

Al llegar me sentí muy nervioso. Mis manos sudan demasiado. Temo que algo pueda salir mal...

Al entra a la habitación, pude notar que extrañamente la luz se encontraba apagada. La encendí para poder ver qué estaba pasando y, como nunca antes había sucedido, Coraline ya se encontraba dormida. La muy maldita escogió exactamente hoy para dormir a horario. Todas las demás noches se las ha pasado despierta hasta el amanecer, y ahora está durmiendo.

Desgraciada.

Me acerqué rápidamente a ella, me senté junto a ella sobre su cama, y coloqué una mano sobre su brazo desnudo cuidadosamente...

Geschraubt 3.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora