CAPÍTULO 12: "Despedida"

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Siento los rayos sobre mi cara mientras abro un ojo. Kells no está a mi lado. Me levanto lentamente y lo veo en la mesa de la cocina hablando por teléfono feliz, y ya vestido. Voy hacia el baño y me miro al espejo, parezco un zombie. Me peino, me lavo la cara y los dientes. Ahora estoy mejor. Vuelvo a salir del baño y me dirijo a la cocina donde veo a Kells haciendo el desayuno.

- Buenos días. -le doy un beso en la mejilla y me siento en la silla.

- Buenos días. -sonríe y empieza a poner las tazas de café sobre la mesa y unas magdalenas con chocolate- ¿Todo bien?

- Por supuesto. -cojo una taza de café y la llevo a mis labios saboreando ese gusto amargo del café.

- Bueno, ya que nos hemos levantado tarde, mejor no vamos a la Universidad, ¿no?

- Hostia, me he olvidado de eso. -hago una mueca- Nos quedamos en casa entonces.

- Bien, porque he pensado en ir a pasear por toda la ciudad todo el día. -murmura.

- Es una idea estupenda. -le sonrío de vuelta y me levanto- Voy a arreglarme.

Subo las escaleras y voy hacia el armario. Escojo unos pantalones, camisa y chaqueta sin mangas. Me pongo las Martens y me pinto los ojos con la raya. Dejo el pelo suelto y bajo las escaleras.

- Lista. -digo viendo a Kells en el sofá esperando con el teléfono en las manos. Viste de unos jeans claros, sus bambas, camisa roja y chaqueta negra. Y su rostro impresionante. Perfecto.

- Vamos. -caminamos a la puerta y salimos.

El día paso lento, amaba estar al lado de Kells. Me hacía sentir bien. Puede que me esté enamorando de él. Y mejor. Con Kells me lo paso bien, me hace reír, y un chico como él si que vale la pena. Daría todo por él, si pudiera.

Habíamos paseado todo el día. Habíamos visitado toda la ciudad. Es estupendo ver a montones de coches por la carretera y montones de personas caminando por la acera. Caminabamos sin rumbo, tomados de la mano como pareja y riendo. De vez en cuando nos haciamos fotos. Abrazados, con besos en la mejilla y todo tipo de fotos. ¿Para mi? El mejor día de mi vida. Al llegar hacia nuestro sitio o mejor dicho, el sitio que siempre íbamos el domingo y compramos helados. Amo el helado. Y él también. Quisiera pensar que él fue un ángel caído del cielo, porque parece mi clon. Ama todo lo que yo amo. Y eso me gusta. Es mi media naranja.

Entramos en la casa riendo, estaba oscureciendo y decidimos regresar a casa. Yo estoy corriendo detrás de él porque le hice una foto y a mi me encantó y a él no. Y me robó la cámara de fotos.

- ¡Dámela! -grito saltando el sofá y corriendo detrás de Kells mientras este ríe y para ser extactos, corre más rápido que yo.

- Te la doy si borras la foto. -dice parándose delante de mí y me mira serio.

- Vale vale, pero dámela. -extiende la mano y me la da y hago como si la borro. Que en verdad no la borro porque amo esa foto. Kells con la nariz llena de helado. Me encanta. Es la misma del domingo pasado, pero esta tiene un toque especial. Estabamos comiendo helados y levanté la mano y le estampé el helado en la nariz y cogi la cámara y le hice una foto.

- ¿Hago algo de cenar? -le pregunto mientras entro en la cocina y miro en la nevera.

- No, no tengo hambre ¿y tú?

- Ni yo. -salgo de la cocina y camino a la sala de estar, me siento en el sofá a su lado y enciendo la televisión. Cambio de canales y no dan nada interesante. Apago la tele. Un silencio nos rodea.

- _____.. -murmura Kells mirándome.

- ¿Qué? -levanto las cejas.

- Tengo que decirte algo.. -dice ¿nervioso?

Esclava de la libertad [jb] [mgk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora