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A la hora de cenar todavía seguía lloviendo. La temperatura había bajado notablemente así que busqué un abrigo antes de salir de la habitación. Hunter había salido unos minutos antes y agradecí de que no me haya dejado encerrada.
Me escabullí por el pasillo para poder bajar las escaleras. El pasillo era un lío porque todos iban hacia la misma dirección.
Cuando ingresé al comedor las mesas ya estaban casi todas ocupadas y la fila, para que entreguen la comida, me resultaba infinita.
Cuando oí tanto alboroto giré y detrás mi, en la fila, estaban los amigos de Hunter junto a él. Y detrás de ellos estaba Luke revoloteando los ojos hacia todos los rincones del comedor.
Tal vez estaba preocupado por no conseguir una mesa vacía, pensé.
Mi estómago gruñó un par de veces hasta que por fin llegó mi turno. Mis ojos se iluminaron al ver toda la comida delante de mí. Las opciones eran milanesa a la napolitana con puré/ensalada o hamburguesa con papas fritas. Me gustaba todo así dudé un instante entre que elegir pero al final opte por la última opción. Hamburguesa con papas fritas.
Ya con mi bandeja de comida y bebida sobre mis manos busqué entre todo el caos alguna maldita mesa vacía. Cuando encontré una, me encaminé hacia allí pero en el intento de llegar me topé con la pelirroja que había visto antes, acompañada de otras chicas. Pasaron tan descuidadamente cerca mío que casi me tumban la bandeja de comida. La pelirroja, con una sonrisa falsa en su rostro me observó de arriba a abajo y siguió caminando. Maldita sea, lo hizo a propósito. Entrecerré los ojos cuando la vi cómo iba caminando. Movía las caderas exageradamente durante todo el trayecto hacia la mesa de Hunter.
Esperé a Luke unos cuantos minutos y cuando tomó asiento junto a mí comenzamos a disfrutar de la comida. Segundos después me sentí observada. Me enderecé mientras un lento escalofrío se deslizaba por mi columna vertebral. Levanté lentamente la mirada hacia enfrente y por detrás de Luke me encontré a Hunter. Cuando lo miré, desvió la mirada hacia Luke. Pero cuando nuestras ojos coincidieron nuevamente, iniciamos una guerra. Por desgracia, no aguanté y desvíe la mirada hacia otro lado.
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Antes de que Luke se fuera hacia su habitación, que quedaba en otro pasillo, nos saludamos y yo me dirigí hacia el pasillo donde se encontraba la biblioteca. Agradecí que Luke me dió instrucciones para poder llegar porque no tenía idea donde diablos quedaba. Tenía que buscar unos libros para la próxima clase. Solo me tardé unos quince minutos allí dentro. Cuando salí, me enfoqué en que no se me cayeran al suelo. Eran pesados. Cuando por fin estaba llegando al final de pasillo, una persona chocó conmigo.
-Oye rubia, fíjate por dónde vas.- espetó. Levanté la mirada cuando noté la voz enfadada de Hunter.
No me resultaba fácil ser amable con él.-Fue culpa tuya, idiota.- respiré hondo en un intento de no fulminarlo con la mirada. Sin embargo, no respondió. Se marchó dejándome allí sola sin ni siquiera dedicarme una última mirada y sin jodidamente importarle que me había tirado todos los libros al suelo.
