Δ Ⅱ Δ

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Día soleado, y en la Cabaña del Misterio todo iba tan alegre, todo en orden. Ford en el laboratorio como la mayoría del tiempo, Stan estafando a sus clientes, Soos arreglando ampolletas, Wendy atendiendo en la caja y a la vez leyendo revistas aburrida, y los hermanos Pines recorriendo el pueblo y el bosque por más aventuras.

-No puedo crees que ahora tu me estés repasando tu a mi.

-Ay, Mabel. Deja de quejarte y supéralo, así son las cosas. Además te pasaste de camino a Gravity Falls quejándote.

-Pero es que yo quería seguir siendo la gemela alfa. Además hasta te cambió la voz, ya no eres chillón. ¿Ahora cómo puedo molestarte haciéndote bromas?

A lo que Dipper se le escapa un pequeño estornudo, sonando como gatito.

-¡Ajá! Sigues estornudado como gato. Qué adorable -le dice golpeándole el hombro de forma amistosa a su hermano.

Mientras tanto, Bill había llegado al pueblo. Habían personas que me miraban extrañados, susurraban va vez que le veían, «mira, un forastero» es lo que más se escuchaba de las personas, a veces las chicas le quedaban mirando. Era un desconocido en medio de un pueblo que no pueden sospechar quién realmente es. «Humanos» piensa «son tan predecibles y siempre se dejan caer por el físico y no los sentimientos, ya que... tampoco tengo que ser tan malo» dicho esto en sus pensamientos le dirige la mirada a una y le guiña el ojo y como esperaba se pone a gritar y se desmaya. A Bill realmente no le importaba, simplemente siguió su camino y se enfocó a su plan, con una expresión seria en su rostro, dirigiéndose a la Cabaña del Misterio.

En esos momentos Dipper decide volver a la Cabaña del Misterio mientras Mabel andaba jugando con Candy y Grenda. Dipper va entrando a la tienda y al cerrar la puerta algo lo detiene.

-Deja, yo cierro. Yo justo venía a ver la Cabaña del Misterio, niño -escucha una voz un tanto ronca, varonil detrás de él, al darse vuelta le ve directamente a los ojos, tan extraños como si fuera de gato, el cabello rubio un tanto largo con ambos lados un tanto rapados, el muchacho le queda mirando los ojos por un rato embobado-. Ah... ¿tengo algo en la cara?

-No, no. Perdón, es que nunca había visto ojos así antes, es raro pero... wow -responde sorprendido. Dipper pasa ya adentro de la cabaña dejando pasar al forastero, viendo lo alto que era.

Stan ya estaba terminando el recorrido, a lo que ve al muchacho de cabello rubio. Ve la vestimenta, jeans, zapatillas pero de la cadera para arriba tan solo una chaqueta de cuero negra. A lo que Stan finaliza el recorrido solo para acercarse al muchacho con una sonrisa burlona.

-¿A caso vienes a comprar una camisa, muchacho? -se burla el estafador.

-Si es posible si por favor -le responde, a lo que Stan tan solo piensa en dinero y le muestra la tienda.

-Mira, muchacho. Tienes unos ojos extravagantes, eso atrae clientes. Son raros, eres como chico gato. Eso atrae muchachas, adolescentes locas pero por lo menos eso es dinero. Escucha mi oferta: te daré una camisa pero trabajas una semana para mi atracción en mi Cabaña del Misterio.

Bill se ríe de el extraño trato que le acaba de hacer, ve que extiende la mano a lo que acepta el trato. Stan sonríe.

-Dipper, ¿dónde está tu hermana? Necesitamos un atuendo para el muchacho, que ahora será... ¡el hombre gato!

-Pero Mabel está con Candy y Grenda. No creo que se tarde mucho, tío Stan.

-No importa, tan solo tráela con sus amigas y listo.

Dipper sale de Cabaña del Misterio a por su hermana urgentemente con sus amigas. Ya llegando a la cabaña las muchachas se quedaron viendo al forastero. Candy se queda pegada viendo todo su cuerpo, Grenda recuerda que tiene novio y se le quita el interés, Mabel era la más desesperada ya estaba pensando en tácticas de seducir.

-Hola... soy Mabel pero puedes llamarme "chica de mis sueños" -le dice mientras le mira embobadamente.

-¡Mabel! -lo regaña Dipper- Deja de coquetear al primer chico que se te acerca.

Su hermana le quedó mirando mal y gruñó por unos segundos y cambió la cara amargada a una sonrisa al forastero.
Bill no hizo nada más que poner cara de anonadado y Stan solo la apura para que antes de tiempo tener la atracción lista. Mandó a Soos a que creara un pequeño escenario para la nueva atracción, siendo el protagonista el forastero actuando como un gato, un supuesto hombre gato.

La vestimenta era un tanto compleja y bien hecha, era un pelaje por todo el cuerpo, como si fuera un gato y estaba maquillada como si fuera un felino.

-Dije Hombre Gato, pero se cambiará por Hombre Felino. Buen trabajo Mabel -comenta Stan a sobrina nieta, desordenándole el cabello de forma cariñosa, ella tan solo sonríe por el trabajo que había logrado.

-Oye, por cierto... ¿cuántos años tienes, muchacho? -pregunta Stan- y tu nombre, claro.

-Me llamo Bill, tengo 16 años, pues me había mudado con mi hermano buscando oportunidades trabajo en algún lugar diferente, creo que me adelanté a él. El problema es que aún no encontramos lugar para dormir.

-No busques más, quédate aquí temporalmente y si es que mañana llamas la atención a varios clientes puedes quedarte el tiempo que quieras y con el empleo.

-¿Me está ofreciendo empleo? Muchas gracias, ojalá pudiera luego contarle a mi hermano para decirle la noticia. Ahora, ¿cómo me quito esto? -pregunta viendo el pelaje.

Dipper se ofrece para quitarle el pelaje de a poco para avisarle la supuesta noticia a su supuesto hermano, pues claro, era mentira para poder quedarse, por lo que ahora le llevaría a una nueva fase de su plan. Mabel por mientras, gracias a que su hermano se ocupaba de quitarle el disfraz con cuidado y el maquillaje, pues aprovecha de pasar más tiempo con sus amigas en el cuarto que comparte con su hermano.
Ya haberle quitado todo lo del cuerpo, él se vuelve a poner su ropa y ahora solo faltaba que le quitara el maquillaje.

-Quédate quiero, intentaré no demorarme tanto -le dice a Bill, él tan solo se queda quieto.

Cuando le va quitando el maquillaje hay momentos en que se quedan pegados mirándose los ojos, pero Dipper volvía a intentar quitarle el maquillaje de la cara.

-Lo siento, aún no puedo crees que tus ojos parezcan a los de un gato.

-No te preocupes, niño, tal vez con otros ojos me estarías odiando -se ríe un poco y picándole la mejilla de forma amistosa logrando que Dipper riera un poco.

-Oye, me distraes -dice riendo.

Bill tan solo sonríe y deja que termine de quitarle el maquillaje. Ahora solo le faltaban los labios, y mientras quitaba el maquilla se podían ver los finos labios.
Parecía el chico perfecto que cualquier chica querría tener, parecía chistoso por lo visto, con sentido del humor, perfecto físico y una vez un tanto gruesa, labios tal vez no tan carnosos pero sí que dan ganas de besar, y su sonrisa combinada con sus ojos de felino, engancharían a una chica que se fija en lo superficial.

-¿Cuántos años tienes, niño?

-14, cumpliría 15 con hermana ya finalizando el verano.

-No eres tan niño parece -dice ya luego de parar y una vez que terminar de desmaquillarle-, bueno, iré a contarle a mi hermano. Muchas gracias, Dipper.

Ya saliendo de la tienda fue recorriendo el pueblo, ya es tiempo de la segunda fase.

Hi, S T R Δ Π G Σ RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora