El café cerraría en menos de una hora, pero de todas formas, entro por la puerta de cristal. Se sentó en una mesa al fondo y esperó a que lo atendieran.
Un chico de estatura mediana, brazos fuertes y un llamativo cabello rizado teñido de amarillo fuerte que estaba atendiendo a las personas con un divertido delantal de color rosa, lo hizo reír. Lo hizo reír por primera vez en semanas, tal vez meses.
El chico se acercó a él:
-¿De que te ríes?-preguntó con una sonrisa ladeada.
-Me gusta tu cabello-bajó su mirada hacia el colorido delantal-y también el delantal.
-Son mis colores favoritos-dijo el teñido riendo.
Siempre le habían dicho que el color rosa era para niñas, aunque el nunca creyó que era cierto y su creencia de hizo aún más fuerte cuando vio lo bien que le quedaba ese color al camarero teñido.
-Bueno, que te gustaría pedir?-habló el chico con el delantal rosa-Sabes, te traeré algo que seguro te va a gustar.
El chico se retiró rápidamente y se dirigió hacia la barra. Una ves terminado se dirigió a la mesa donde estaba el chico castaño.
-Toma-le extendió un vaso de plástico con un líquido caliente dentro.
-Que es?
-Es mi café especial de calabaza y canela. Por cierto, te lo doy gratis, por que me caíste bien.
Se sintió agobiado, el chico teñido no lo conocía y si lo hiciera no lo querría ver nunca más.
-G-Gracias...
-Josh-respondió el teñido rápidamente.
-Gracias Josh.
-Como te llamas tú?
-T-Tyler-dijo el castaño un tanto inseguro.
-Me gusta tu nombre-dijo el teñido con una enorme sonrisa-Nos vemos Ty.
El chico se dio media vuelta y se fue a atender a más personas.
Tyler estaba confundido, el chico supuestamente llamado Josh, sería así con todos el mundo? Le había dicho Ty, nadie le decía así, excepto Ryan. Pero el ya no estaba. Se fue sin importarle sus sentimientos. Al castaño se le aguaron los ojos al pensar en su difunto amigo.
Toda la extraña sensación que le producido ver al teñido se esfumó.
Decidió dirigirse a la solitaria casa que llamaba hogar, tal vez debía buscar uno nuevo...
