Noº2

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Se despertó envuelto el las blancas sábanas y se dedicó a observar las cuatro paredes que conforman su pieza; eran de color vino con muchos posters de bandas que le gustaban. La música era su salvación, lo relajaba y tranquilizaba.

Ya se comenzaban a ver los primeros brotes de invierno en la ciudad de Manchester. Se cubrió con las sábanas hasta la nariz. Se volvió a destapar cuando la puerta de su habitación se abrió, dejando ver la figura de su madre: alta, delgada, esbelta. La mujer le fue a decir que era tarde para la escuela.

Le iba bien en esta, pero no tenía ni el mínimo entusiasmo de ir, ya en su último año lo seguían molestando por su enfermedad.

Se levantó y se dirigió hacia la ducha, amaba como el agua le recorría el cuerpo y le daba una sensación placentera.
Al salir de esta se vistió con unos jeans de tela negra y una camisa a cuadros de color rojo y negro.

Tomó una manzana, no quería comerla, pero su madre no lo dejaría irse sin nada en el estómago.

Caminó por la calle, intentando no pensar en nada hasta llegar a la escuela.
Al llegar se dirigió a su casillero y sacar los cuadernos para historia, su clase favorita.

Ya después de toda la jornada escolar pensaba dirigirse nuevamente a su casa.  Pero las cosas cambiaron cuando estaba frente a la puerta escuchando los gritos de su madre y su padre. Simplemente se dio media vuelta y fue a vagar por las frías calles de Inglaterra.
Una gota de agua callo sobre su pequeña nariz y resbaló por sus labios. De pronto callo otra gota en su frente, y otra en su mejilla, y otra, y otra. Estaba lloviendo.
Un gélido viento erizó su piel.

Conocía un café que quedaba a cerca de allí, una vez fue con su madre.

Pumpkin and cinnamon  //  ºtyshºWhere stories live. Discover now