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Mía.

Vi la inscripción, la leí una y otra vez y no podía creer que ese reloj estuviera en mis manos; el corazón se me paralizó.

—Mia, mi amor, la comida ya esta. —Anunció JK desde la cocina.

Caminé despacio, aún desconcertada y con la boca en forma de una pequeña "o".

—¿Te ocurre algo, amor? —Preguntó sirviendo en la barra un poco de jugo de naranja, yo solo negué con la cabeza.

Prendí desde el control remoto la televisión y puse el canal de noticias.

Buenos días, hoy hemos amanecido con una mala noticia.

El cuerpo de la psicóloga Yumeko fue encontrado sin vida en un edificio abandonado.

Los forenses han dado el dictamen de que en el cuerpo de la psicóloga se encontraron grandes cantidades de ácido, además, el asesino ha calcinado el auto de la doctora.

Negué una y otra vez con la cabeza, el hecho de creer que JK tuvo algo que ver me hiela la sangre, la piel.

—Tu-tu —Tartamudeé— ¿Tuviste algo que ver? —Los ojos se me cristalizaron.

Pareció como si le hubiera dicho un gran insulto, sus orejas se tornaron rojas como la sangre y de la ira tiró la jarra de jugo al suelo.

—¿¡Y a ti qué demonios te importa!? —Farfulló con desespero y con gran enojo. —¡No te metas en lo que no te importa, carajo!

En ese momento me hice pequeña porque ya podía sentir el golpe aún cuando su mano no se hubiera estampado en mi cara.

—Mia, perdóname, por favor y-yo, perdón. —Se abalanzó sobre mi y me estrujó entre sus brazos. —Solo que, yo no tuve nada que ver ¿bien? Me molesta que no confíes en mi. —Alegó.

Le devolví el abrazo, lo apreté muy fuerte, tenía miedo de vivir en un mundo en el que estoy rodeada de muerte, mentiras y de un amor que ha nacido del odio y del repulso.

—¿Jungkook? —Cuestioné aún con la voz un poco temblorosa.

—Dime, mi amor.

—¿Puedo salir hoy en la noche con Jiminie? —Carraspeé— Qu-quisiera ir a comprar un par de cosas.

—Bien pero no regreses tarde, seguro ya habré regresado para recibirles.

—¿Saldrás?

—Si. —Se separó de mi— Necesito hacer un par de cosas.

...

Ya era tarde, la noche estaba cayendo y yo ya estaba lista para salir, tomé la pañalera y una chaqueta.

Iríamos a una pequeña cafetería que se encontraba cerca de la estación, ahí pasaríamos el rato y me podría despejar del ajetreo de guardar tantos secretos y un asesinato.
El taxi pasó a recogernos y en menos de veinte minutos ya estábamos en la entrada de ésta.

—Hola, buenas noches. —Dije a la mesera que se encontraba ahí.

—Hola pasen, siéntense donde quieran, adelante.

Nos sentamos en una pequeña mesita que se encontraba cerca de las cafeteras, el olor a café pronto inundó mis fosas nasales.

—Quiero un café americano y un chocolate tibio, por favor.

—¿Algun postre, señora?

—Claro, una rebanada de pastel de chocolate, gracias. —Le sonreí y ella lo hizo de vuelta.

La cafetería estaba llena de gente linda, en la esquina había una pareja de ancianos tomándose de las manos y en la otra había una familia con sus dos pequeños.
"Cuanto te extraño, Taehyung" pensé al instante y una sonrisa amarga adornó mi cara la cual se borró al instante pues otro pensamiento me llegó a la cabeza "¿Qué hubiera pasado si te hubiera conocido en otras circunstancias, Jungkook?". Me había quedado en el limbo pensando en todas las cosas que estaría haciendo en estos momentos si mi vida hubiera seguido como antes, incluso, no me di cuenta de que la mesera ya había traído mi orden.

—¿Señora? —Movió su mano frente a mi cara. —¿Se encuentra bien?

—¿Eh? Yo, si emm, si estoy bien, gracias. —Le sonreí aún confundida, miré el reloj y éste marcaba ya las 9:30pm.

Pasamos un buen rato, al fondo de la cafetería se podía escuchar música de Chet Baker, hasta Jiminie disfrutaba de la música y de los alagos que la gente le hacía cada que pasaban cerca de él, incluso cuando aquella mesera que terminaba su turno se despidió de él el movió su pequeña manita en despedida.

—Oh, pero mira esta lindura —Dijo una pequeña anciana tomando de los cachetes a mi bebé— ¿Cómo se llama?

—Jimin. —Le dije seguido de una sonrisa.

—Es tan hermoso como su madre —Dijo la otra señora que venía acompañando a la primera.

—¿Y dónde esta su padre?

—Trabajando, hemos venido solo los dos a pasar el rato.

En ese momento algo extraño pasó, Jiminie por primera vez anunció de sus labios un "papi"  y señaló por a través del ventanal de la cafetería.
Mi mirada se fue directo a donde el estaba señalando, mis pupilas se dilataron y mi cuerpo comenzó temblar como nunca antes lo había hecho.

Tomé todas mis cosas, arrojé un par de billetes a la mesa, las ancianas parecían muy desconcertadas y un tanto asustadas por mi repentina acción. Puse en mis brazos a Jiminie y salí como rayo del lugar haciendo derramar un poco del café que aún había en mi taza.
Miré el reloj y ahora ya eran las 10:00pm, la noche de hermosa pasó a ser tenebrosa, el cuerpo comenzaba a pesarme pero no fue impedimiento para que continuara siguiéndolo.

Las calles comenzaban a acabarse, los autos dejaban de transitar y aquél hombre seguía su curso por un callejón sin luz. De pronto, unos gritos desgarradores se escucharon al fondo del oscuro pasillo, no supe qué hacer, traté de correr pero mis piernas ya no respondían. Me imaginé en esa situación y si fuera ella hubiera querido que alguien me ayudara.

Estúpidamente dejé mis cosas en el suelo y comencé a caminar hacia el fondo del callejón, solo un rayo de la farola me ayudó para divisar el cuerpo cortado y mutilado de la joven mesera que hace un rato nos había atendido. Quise gritar y di un paso atrás para poder correr sin mirar atrás pero la mano de aquel ser despreciable tapó mi boca y susurró en mi oído:

Dos víctimas nuevas.

Pero esa voz, no me quedaba ninguna duda que era de él y entonces todo mi mundo se vino abajo, las lágrimas comenzaban a salir y Jiminie tan puro, tan inocente no dejaba de reír y de pronunciar la palabra "Papi".

Entonces Dios me dio las fuerzas y la valentía para formular una respuesta.

Taehyung, ¿por qué?

ᴇɴ ʟᴏ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʙᴏꜱϙᴜᴇWhere stories live. Discover now