SUNSHINE ☀️ 2JAE

☀️Promesas☀️

  — A mí también me da gusto verte, hyung. ¿Cómo haz estado?

Mark rió antes de acercarse al azabache y darle un corto abrazo, palmeando su espalda con algo de fuerza.

  — Lo siento, JaeBum-ah. Es sólo que me sorprendió que fueras tú quien me abriera la puerta. — se disculpó el mayor entrando al departamento, dejando su mochila en el sofá. Se giró de nuevo a JB. — ¿Qué te trae por aquí?

Todo era tan de color de rosa que había olvidado que llegaría el momento de toparse con Mark, ya que él pasa todas las mañanas sin falta por YoungJae y los dos menores para ir a la escuela. 

  — Eh ... bueno, tenía que venir a arreglar un asunto.

  — ¿Desde China? Debe haber sido muy importante. 

  — Lo era. — afirmó. — Pero ya todo se solucionó.

  — Mmm, que bien. — respondió Mark viendo fijamente el rostro tenso de JB.

Él era Mark Tuan, no había cosa relacionada a sus pequeños de lo que no se enterara.

O descubriera.

  — ¿Qué hiciste? 

  — ¿Qué?

  — No te hagas el desentendido conmigo, JB. — dijo Mark entrecerrando los ojos. — Le hiciste algo a Jae ¿verdad?

  — Bu- bueno, algo así ... 

Mark apretó los puños por dentro del bolsillo de su sudadera.

  — ¡Markie hyung! Buenos días. — interrumpió YoungJae el momento de tensión, abrazando al mayor por detrás. — Bumie está aquí ¿no es genial? Aunque va a irse en unas horas. 

Pero Mark no escuchaba, estaba demasiado ocupado fulminando a JaeBum con la mirada, poniéndole los pelos de punta a éste. 

  — ¿Ah sí? Que lástima, con las incontables cosas que tengo que hablar con él.

JaeBum tragó saliva-

  — ¿De qué, Markie? 

  — Oh nada malo, Jae. Sólo ... cosas de hombres. 

BamBam y YuGyeom miraban la escena desde la puerta de la cocina, dudando sobre qué hacer.

  — Yo también soy hombre, hyung. — reprochó YoungJae tirando de la manga del suéter de Mark.

  — Eres un niño, Jae. Así que se un buen niño y ve por tus cosas para irnos, no quiero que lleguen tarde. — ordenó Mark aún sin despegar la vista del azabache, quien le sostenía la mirada. 

¿JaeBum estaba nervioso? Sí. ¿Asustado? También, quizá. Pero no de Mark en sí, sino de que la confianza del mayor en él disminuyera. 

  — BamBam, YuGyeom; ustedes también. — agregó Mark sin girarse, pero el tono de su voz hizo a los menores moverse al instante de sus lugares para ir a hacer lo que el mayor ordenaba.

  — Hyung... 

  — Sin excusas, dime que le hiciste a YoungJae.—JaeBum inhaló tensando su mandíbula, intentado no lucir intimidado bajo la penetrante mirada oscura del mayor.

  — Lo herí. — Mark avanzó hacia él por lo que se apresuró a retroceder y a continuar hablando. — Pe- pero por eso vine aquí, para solucionar todo como se debe, en persona. 

  — Escucha, es bueno que hayan arreglado las cosas así no tendré que partirte tanto la cara. 

  — ¿"Tanto"?