Prólogo

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No se puede tropezar con la misma piedra dos veces ¿Cierto?, pero desgraciadamente lo hice, tropecé y nuevamente caí.

Mucha gente piensa que es fácil andar con cuidado cuando algo ya te ha hecho daño, que puedes evitarlo la segunda vez pero aunque suene sencillo en la teoría, definitivamente en la práctica no lo es.

Me fue un poco fácil ignorar a Theo al principio pues estaba conociendo su naturaleza, pero cuando decidió cambiar para mejorar su comportamiento y desviar el rumbo al que estaba llendo, mi perspectiva también cambió. Me fue casi inevitable no darme cuenta de ello. Cada detalle que comenzó a tener conmigo, cada palabra, cada gesto, cada hecho... hizo que un calor creciera en mi interior, logró que mi corazón volviera a latir interesado y que mis sentimientos resurgieran de su escondite.

Traté de evitarlo con todas mis fuerzas, pero el corazón es el órgano más terco que puede existe.

Me rendí, decidí darle una oportunidad y caí... pero esta vez más a fondo, inmersa en más oscuridad.

Si, como la primera vez me sumí en una relación en la que, al parecer, la única boba e interesada era yo. Esta vez era más complicado, no teníamos nada, no fuimos novios ni por un día... no pude reclamarle nada, y creo que eso fue lo que más me dolió.

Theo ya tenía la llave de mi corazón en su mano, pero no lo sabía... por suerte logré arrebatarsela a tiempo, antes de que lo abriera y la intensidad de mis sentimientos quedaran expuestos.

El dolor que se extendió por mi pecho fue más grande que la primera vez, tanto... que decidí despejarme un tiempo fuera de todo aquello.

Ilusión amorosa | Libro 2Where stories live. Discover now