003 | #DESPRECIADA

Začít od začátku
                                    

Con rapidez rastreo el lugar y a un costado, me encuentro con el jodido doctor Jefferson. Se ha descubierto el cabello corto y se está quitando los guantes de látex mientras conversa con Bea, una odiosa estudiante de la carrera que, según corren los rumores, se ha metido el paquete de algún profesor con tal de aprobar un par de asignaturas y conseguir otros beneficios. No entiendo cómo hemos llegado a coincidir en alguna instancia de la profesión. Jefferson parece no darle mucho rollo pese a que es una de las pocas personas que se detiene a escucharla, aunque su voz chillona hace que a cualquiera se le parta la cabeza. Quizá se deba también a que muestre tanto el escote mientras habla y se le desprenden algunos botones de la chaqueta blanca.

El punto es que, cuando Nickolas repara en mí, dirige un vistazo que filtra algunos atisbos de furia. Bea capta la distracción y se vuelve para saber quién ha robado la atención que ella debería estar captando ahora mismo, como le gusta tomar la atención de todo el mundo. Ella me mira de arriba abajo y vuelve al objetivo anterior. Busca la mirada de Jefferson y éste, finalmente, me ignora.

—Mira quién está reteniendo al jefe de residencias más lindo en la historia de los jefes de residencias—me dice Sophia por lo bajo.

—Beatrice—murmuro su nombre como si fuese una palabrota—. No me interesa. Seguramente conseguirá su objetivo de tirárselo en algún momento. Si es que no lo ha hecho, ya.

—¿Tú crees?

—Se detiene a escucharla y eso ya es demasiado viniendo del maldito Doctor Jefferson.

—Chissst—me prevé Sophia de que baje la voz.

—¿Qué?—me vuelvo directamente a mi amiga—. Es cierto. Nadie en el mundo es tan insoportable como él.

—Yo lo soportaría a cambio de tener en mi cama su enorme... Santo cielo, viene hacia acá.

—¡¿Qué?!

—Sí, y creo que viene a...nosotras... ¿qué vas a decirle?

—Yo... ¡no lo sé!

—Ay, demonios.

Finalmente Jefferson interviene entre la acalorada conversación de mi amiga y yo. Bea anda atrás del doctor como perro en selo que huele el trasero a los otros.

—¿Qué hace acá?—me intercepta directamente. Una cualidad del doctor es que no tutea a sus alumnos y acaba de no hacerlo por primera vez desde que lo conozco.

—He...venido a mi...práctica.

—Está fuera de esto, señorita Hale. Le di demasiadas oportunidades.

—¿Oportunidades? ¡Tú no le das oportunidades a nadie! Además, ¡deja de tratarme como si dejase de ser parte del equipo!

De pronto siento que las miradas de todos me pesan. Le he gritado. Le he gritado al maldito Doctor Jefferson, profesor y jefe del Programa de Prácticas y Residencias del cual dependo para obtener mi titulación definitiva en Medicina, lo único que podría sacarme del miserable modo de vida en el que he estado estancada más o menos desde hace veintidós años, es decir, desde que nací.

Y la he terminado de cagar justo ahora.

—En mi despacho. Ahora.

Rompe la tensión generada, me evade y se retira. Beatrice se retira tras él y clava sus enormes ojos negros en mí, sacudiendo también su enorme melena de cabello negro sedoso. Es una perra. No me ha dicho nada directamente pero lo es de todas formas.

—Amiga, no sabes cuánto lo siento—murmura Sophia y parece que llorará en cualquier momento siendo que fui yo la afectada.

—No lo sientas... Aunque, ¿sabes una cosa? Necesito que me hagas un favor. Te lo ruego.

+18 Los Juegos del JefeKde žijí příběhy. Začni objevovat