Róbame un beso, Aria.

veintinueve

cameron miró como aria separaba sus labios de nicholas, uno de los chicos del equipo de fútbol americano, quién había sido besado parecía realmente embobado. aria miró a cameron y le sonrió, antes de acercarse y susurrar en su oído.

  —  eres mi favorito, pero no puedo dejar de ser la roba-besos, ¿entiendes?  — cameron asintió lentamente con la cabeza.

  — lo entiendo, aria.

  le dedicó una pequeña sonrisa, antes de notar como ella besaba su mejilla de manera sonora, corriendo hacia hanna y notando como su mejor amiga la abrazaba por los hombros.

cameron tomó un post-it.

"sé que eres la roba-besos,

y no soy el único que ha probado tus labios. 

y jamás lo seré.

porque has besado a toda la escuela, aria.

incluyéndome a mí.

pero ahora me siento cómo uno más del montón.

¿soy uno más del montón, aria?

sé que me dijiste que soy tu favorito, pero...

sigo creyendo que no lo soy".

- cameron.

el rubio releyó la carta y luego miró el casillero de la castaña. apretando sus labios y arrugando la pequeña hoja entre sus manos, no podía entregarle esa nota, no podía hacerlo, ellos no eran nada, él era uno más del montón.