93

14 8 0
                                    

Me mataste en un huracán de espinas, en un mar de llamas y en la parada del autobús ésta mañana. Me mataste en el infierno, en medio del cielo y aquella tarde en un grito de desprecio. Me mataste al separarme de la hierba, arrancando uno de cada dos pétalos y con cada madrugada a solas sin tu pecho de almohada. Me mataste, y aún no aprendí a decir que no a tu galaxia abandonada.

100 Veces MuertaWhere stories live. Discover now