CAP XVIII - FUERON TRES MESES. (Cap. Final.)

Start from the beginning
                                    

—¡QUIERO QUE SIENTAS! — le oyó gritar con frustración. – quiero que persigas tu felicidad, no la de otros.

El escritor estaba conmovido con las palabras de Baek y respondió a sus nobles consejos con la promesa de seguirlos al pie de la letra.

Por su parte, Baek estaba armando un muy detallado plan para darle a la parejita el empujón que necesitaban para arreglar sus frustradas vidas y liberarse de una vez por todas del yugo manipulador de sus padres.

Al colgar el teléfono, llegó el momento de que sus adorados canes tomen su acostumbrado paseo por el parque. JongIn lo esperaba como ese primer día, sentado en la banca, al otro lado del lugar.

Pero en vez de quedarse solo observando, se acercó y tomó las riendas de ambas mascotas, dando descanso a los brazos del escritor.

—Me gustan las mascotas, cuidarlas es algo que disfruto...— empezó a hablar el moreno. —...llegué a tener tres perros y cuatro gatos.

KyungSoo escuchó en silencio como el más alto le relataba su vida antes de la universidad, de las clases de ballet y su afición a la fotografía. Podía notar su pasión mientras JongIn se explayaba con los detalles, pudo haber sido un artista de no ser por el peso de su apellido y su posición como heredero de la editorial.

De su alergia a los mariscos y su gusto por el chocolate, sus mañas al levantarse, incluso su hábito de dormir desnudo. El alto elevó las cejas de manera sugerente ganándose un suave rubor en las mejillas ajenas.

Kyung estaba asombrado por coincidir con JongIn en varias de sus preferencias y costumbres, notando que en realidad no eran tan distintos como pensaba que detrás de la imagen extrovertida era un chico tímido al igual que él.

No tocaron el tema del compromiso, ni de sus familias. El moreno estaba inmerso en la tarea de darle a conocer cada aspecto de su vida y Soo se sentía feliz al escucharle.

—¿Cómo supiste que me gustaban esos chocolates? — cuestionó luego de que el alto terminó su discurso —¿y las flores? ¿También fuiste tú?

—En tus libros, tu protagonista siempre come los mismos chocolates, supuse que era porque te gustan esos en particular... y las flores...— subió los hombros sonriéndole. —...pensé que, si tenías flores en tu jardín, saldrías con más frecuencia y así podría verte desde mi ventana. Ahora que lo confieso en voz alta si sueno como un acosador.

—Bueno, como lo dijiste una vez, de presentarte de una forma "normal"— mencionó lo último haciendo comillas con los dedos. – quizás no te hubiera hecho caso para empezar.

Mientras ambos se dedicaban a conocerse, sus padres armaban una opulenta boda. Aunque poco les importaba en ese momento, Soo hizo caso a las palabras de su primo, simplemente se dejó llevar por la marea de emociones que le despertaba JongIn. O al menos así fue hasta que el día acordado estuvo a la vuelta de la esquina.

En esa última semana, los nervios del escritor estaban a flor de piel, entre citas al sastre e idas y venidas de organizadores, llamadas de su madre y el nulo contacto con su prometido, Soo empezaba a sentir dudas respecto a dar aquel paso, dudas que se acrecentaban a medida que los días transcurrían y los mensajes que enviaba al moreno no eran devueltos.

—Quizás si va a dejarme...— murmuró con pena, recordando el hecho de que en todo ese tiempo no le había confesado sus sentimientos, no le había dicho un "te amo" desde que lo conoció, no le dio una sola señal de que quería casarse ese día. Recordó su trato después de enterarse del compromiso arreglado y sus temores se hicieron más reales.

¿Sería posible que el moreno haya interpretado su silencio como una negativa?

Se quedó observando su traje blanco en silencio, intentando disipar la trágica escena que su mente había imaginado, cuando recibió un mensaje en el celular: su primo BaekHyun.

TRES MESES PARA ENAMORARTE. (KaiSoo/ChanBaek)Where stories live. Discover now