Capítulo Quince: Completo

Începe de la început
                                    

Ambos comenzamos a correr escaleras arriba, abriendo cada habitación gritando el nombre de nuestros hijos, no teniendo resultado alguno. Ambos hemos comenzado a toser de manera continua, no soportando más la intoxicación que el humo trae consigo, obstruyendo las vías respiratorias.

—¡Las chaquetas! —me grita. Tose mientras se quita la suya, cubriendo su nariz y boca con ella. Imito su acto, sintiendo todo mi cuerpo picar gracias a las cenizas que botan las llamas.

Llegar hasta la última planta es todo un alivio, ya que siento como mis pulmones arden al igual que todo el edificio, no teniendo espacio para respirar en lo absoluto. La puerta está trabada, y el humo sale de esta habitación con mucha más fuerza.

Derek se hace a un lado, dejándome el trabajo a mí. De una sola patada abro la puerta de la habitación, las llamas saltándonos en el rostro. Mis ojos se abren al apreciar a nuestros pequeños en medio del cuarto, ambos inconscientes gracias al humo inhalando. Se encuentran atados a unas sillas, los dos con la espalda hacia el otro.

Las chaquetas sirven como protección al estar entre las llamas, una barrera entre nuestros cuerpos y el ardor. Mientras que yo me deshago de las sogas alrededor de las muñecas de los niños, Derek hace su trabajo con las de los pies, ambos tratando de despertar como sea a los pequeños, quienes no reaccionan a pesar de los golpecitos que les hemos brindado en el rostro.

Tomo a mi hija entre mis brazos y cubro su cuerpo con mi chaqueta, apreciando a mi amigo hacer lo mismo con su hijo, los dos haciéndonos señas para salir del edificio. Hablar es una forma más de ingerir humo, por lo que tratamos de no hacerlo en lo más mínimo.

Bajamos las escaleras rápidamente, ambos moviéndonos de vez en cuando ante la caída de un objeto, amenazando con rompernos en dos. Maldigo en voz alta cuando la salida se encuentra cerrada, ya que le ha caído maderas encima, impidiéndonos el paso.

Toso tratando de patear los grandes pedazos de cera y madera, ninguno de ellos teniendo la intención de moverse. Derek deposita al pequeño Gino a un lado en el suelo, empezando a con sus manos sacar los objetos sólidos. Empiezo a ayudarle una vez que he dejado a mi hija al lado de su primo, del otro lado escuchando como los bomberos hacen lo mismo, los dos sonriendo aliviados cuando apreciamos como poco a poco se puede ver a las personas afuera.

Tomo a Gia en brazos, sintiendo mi garganta haberse vuelto una olla de agua caliente, quemando cada rincón de mi cuerpo desde mis pies hasta la punta de mis dedos. Los bomberos se encuentran haciendo su trabajo de apagar el incendio, nos reciben con los brazos abiertos, dispuestos a ayudar.

Mi ropa se encuentra llena de manchas de ceniza y polvo, mi rostro de la misma manera. Con duras penas puedo mantenerme de pie, pero me mantengo firme cuando le echo una mirada a mi pequeña leona, apreciando que se encuentra mucho peor que yo, respirando débilmente.

—¡Judah! —Subo la mirada encontrándome con los ojos avellanas de la madre de mi hija, los cuales brillan llenos de lágrimas. Suspira de alivio al verme con nuestra pequeña en brazos.

Los paramédicos rápidamente me obligan a sentarme, colocándome una mascarilla de inmediato, diciéndome que mi pequeña se encuentra siendo atendida cuando pregunto por ella. Asiento aliviado, dejando que la mascarilla me de todo el oxígeno posible.

Siento unos brazos rodearme, y al subir la mirada, me encuentro con sus bellos ojos mieles. Mis manos se dirigen a su rostro acercándola a mí, juntando mi frente con la suya. Ambos nos encontramos con la respiración agitada, en especial yo que me encuentro pendiente de una máquina.

—Gracias —me agradece en un susurro, mientras que acaricio su cabello con mis dedos —, si nuestra bebé está bien, es por ti —afirma, dejando un beso en mi frente. Quiero quitarme la mascarilla para hablar, pero niega volviéndomela a poner —. Tendremos tiempo para hablar de sobra, ahora descansa.

Estando a tu lado ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum