-¿Cómo esta? ¿Qué le paso? ¿Esta muerta? – Lucy llego de la nada y hecha un lío de nervios, me miró y me levantó del cuello de mi pijama – ¿Qué le paso Lauren? Dime que mierda le paso.
-Cálmate – dijo Vero tratando de que su novia no hiciera una locura.
-¿Qué me calme? La que está ahí dentro es mi mejor amiga – sus lágrimas caían por si sola – es la persona que mas me conoce en este mundo, es…
-La persona que está ahí dentro es el amor de mi vida – dije mirando el suelo – es la chica con la que quiero pasar el resto de mis días, la chica que a lo mejor está luchando por su vida ahí dentro es mi vida entera Lucy – todas nos estaban mirando – así que no vengas a imponer tu amistad con ella por sobre todas nosotras, porque todas las que estamos acá amamos a Camila, de diferentes maneras pero la amamos – Lucy solo me miró.
-Camila no está luchando por su vida…
-Lucy – Los padres de Camila habían llegado – no creo que sea de tu incumbencia hablar de ese tema con los chicos.
-¿De que hablan? – preguntó Alexa – hubo silencio.
-Me tienen hasta la mierda con sus secretos – dije secándome las lágrimas – entraré a la clínica.
-Espera – me hablo Sinu – entraremos todos y les contaré como son las cosas.
Cuando entramos a la clínica nos dirigimos a una de las tanta oficinas vacías que habían este enorme edificio. Mi madre había llegado y había dejado a Taylor junto con Sofi en la guardería mientras hablábamos.
-Creo que ya basta de mirarnos las caras no creen –dijo Vero.
-Tienen razón – el papá de Camila se sentó sobre un escritorio – Camila… Camila tiene una insuficiencia cardiaca junto con una renal. La tiene desde los 8 años – el silencio que había entre esas 4 paredes era increíble – durante años buscamos donantes pero nada – Sinu no aguantó las lágrimas y mi madre la abrazó – créanme que esto no le duele a ustedes de la misma forma que nos duele a nosotros – Alejandro tomó la mano de su esposa – conocimos al doctor mediante una charla que dio hace años en una universidad en donde hablaba de unión de estas dos enfermedades. Decidimos contratarlo y dejamos a Camila en sus manos, mientras los meses pasaron Camila fue sometida a múltiples operaciones, exámenes hasta que nos dijeron que el caso de Mila era el peor caso que había visto en su vida, que su recuperación no siempre sería completa, que es muy difícil encontrar a alguien que tenga un corazón y a la misma vez un riñón compatible. No necesitábamos los dos, con uno nos bastaba. También daba igual si el órgano no era del mismo paciente. Con el tiempo la espere se hizo casi insoportable y a la vez el cuerpo de Camila también sufrió cabios, cuando cumplió 20 decidió dejar el tratamiento, no quería mas inyecciones, vómitos, mareos… quería vivir tal y cual era. Cuando le comunicamos esto al doctor el nos dijo que era lo mejor que podíamos hacer ya que a estas altura el cuerpo de Camila no iba a soportar una cirugía doble de trasplantes – hubo un silencio que solo se rompía con los sollozos de esa habitación – desde ese día que… que vivo con el miedo de no volver a verla, de despertarme y que ella esté muerta. Pasó un año desde que dejó el tratamiento y se veía muy mal, me di cuenta que las ganas de aferrarse a la vida eran nulas pero entonces algo ocurrió con ella – los ojos de Alejandro de fijaron en mi – apareció una chica, una chica de 18 años, llena de sueños, de ambiciones, extrovertida, que vivía su vida como si cada día de esta fuera el último… Camila comenzó a mejorar y nadie sabía por qué peor había que ser sinceros Camila no se sanaría de amor, el amor no le salvaría la vida.
Cuando se fueron ayer de mi casa yo sabía que sería la última vez que la volvería a ver – Alejandro miró al suelo – toda la tarde estuvo rara y cuando se despidió de mi, su abrazo… su abrazo fue acogedor, lleno de agradecimientos. Sabía que no la volvería a ver cuándo cruzara esa puerta pero no la iba a obligar a quedarse, ella quería estar contigo, quería sentirte por última vez y algo me dice que… que lo hizo.
Final Alternativo :)
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