🍑JiMinniePoo gordito

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—Uhm, pues... —Balbuceó el menor evitando su mirada, escondiendo sus ojos marrones de los del mayor porque sabía que sólo bastaba que YoonGi lo viera, para que leyera todo en él.

—Tú no estás "gordito" —Explicó YoonGi luego, tomando entre sus manos, el rostro infantil y sincero del menor, sonriéndole con dulzura, para que así, creyera en sus palabras— Tú estás perfecto. —Completó.

—Pero es que, PinkyPoo, escucha... —Intentó debatir JiMin cruzándose de brazos al ver que el mayor no entendía su punto.

—No Minnie, tú escúchame a mí —Interrumpió el pelinegro con decisión— ¿De dónde sacaste que estabas gordo?, ¿No te miras en el espejo acaso, uhm? —Preguntó apretando su bonito rostro con suavidad— ¿No ves lo bonito que eres, bebé?

—Es que no se trata de eso, PinkyPoo —Explicó JiMin tomando las manos de YoonGi, jugando con sus dedos largos y delgados— No se trata de que si soy bonito o no lo soy, —Murmuró, frunciendo los labios al notar que YoonGi no entendía, y él no sabía cómo hacerle entender— se trata de que últimamente he subido de peso, y eso me hace estar gordito. —Finalizó, no muy contento con lo precaria que su explicación había resultado.

YoonGi volvió a fruncir el ceño, sin comprender del todo a dónde quería llegar JiMin, ¿realmente el peso importaba?, ¿realmente ese número era tan relevante?, ¿qué era lo que JiMin esperaba que le dijera?, ¿era acaso que quería hacer una dieta? Pues no la haría. Aunque quisiera, YoonGi no se lo permitiría jamás, partiendo porque JiMin no tenía ni siquiera un sobrepeso como para estar pensando en dietas, y siguiendo con que, aunque así fuera, ¿eso no lo deprimiría? Era JiMin después de todo de quien estábamos hablando, su JiMin, su bebé el cual ama comer paletas de fresa, tomar leche con sabor, comer galletitas mientras veían películas, merendar postres que de vez en cuando YoonGi traía de la pastelería que estaba junto a su facultad y llenas sus mejillas de deliciosos dulces que parecía sacar de hasta debajo del piso, puesto que siempre, daba igual donde estuvieran, él tenía uno a mano en caso de que se le antojara.

—Mochi, subir de peso no es sinónimo de "estar gordito" —Aclaró YoonGi con una sutil sonrisa tierna dibujada en sus labios— Siempre has tenido un peso perfectamente normal, y subir uno o dos kilos no te hace tener sobrepeso inmediatamente —Rió, intentando demostrarle a JiMin que el asunto no tenía en absoluto importancia, y que subir o bajar un par de cifras, no era nada de qué preocuparse en su condición.

— ¿PinkyPoo no cree que estoy gordito entonces?, ¿No me veo feo? —Murmuró JiMin acomplejado, dirigiendo sus manos a su barriguita con vergüenza.

Una suave carcajada salió de los labios del mayor al escuchar el tono malcriado y enfurruñado que JiMin estaba usando, ese niño era completamente terco, pero ahora, no tenía razón, para nada.

Sus grandes y pálidas manos siguieron el camino que habían hecho las de JiMin, solo que estas, desviándose un poco hacia los costados, donde una lluvia de cosquillas fue la encargada de llenar la sala de agudas y dulces risas, además de derribar a JiMin hacia atrás, dejándolo acostado en el sofá, con YoonGi sobre él, riendo también por lo divertido que JiMin se veía con el rostro enrojecido y crispado por las cosquillas que sus manos escurridizas le causaban sin que pudiera detenerlo. Se posicionó arriba con rapidez, cuidando de no aplastar al menor con su peso, disfrutando de como el ambiente serio y casi tenso que había habido hace unos momentos, se disipara en el aire, siendo reemplazado por algo tan tierno como la risa de JiMin.

—Basta, basta, ah, ¡PinkyPoo, basta! —Carcajeó JiMin retorciéndose con fuerza, puesto que las manos del mayor ahora se habían escondido bajo su camiseta, donde el frío de sus falanges le causó escalofríos.

JiMinniePoo ❀ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora