- : quince : -

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- ¿irás a la fiesta de Lucy? - preguntó Mia y yo alcé una de mis cejas.

- ¿de qué fiesta hablas, Mia? - mi hermana rodó los ojos.

- eres su tutora y no lo sabes. - soltó un bufido, mientras ambas entrábamos en la escuela. Mia se ganaba miradas, como siempre.

- Mia.

- todas las personas en la escuela están hablando de la fiesta de ella y tú no te enteras, ¿acaso no te ha invitado? - negué con la cabeza y ella suspiró. - debo ir a clase, hablamos luego.

me dirigí a mi casillero y comencé a rebuscar entre mis cosas los apuntes de historia, antes de sentir como alguien me abrazaba por detrás.

- hola lindura. - dijo Lucy y yo suspiré.

- hola, Lucy. - respondí, liberándome de su agarre. ella alzó una de sus cejas.

- ¿qué sucede? - preguntó, mientras yo caminaba a su lado.

- ¿estoy invitada a tu fiesta? - pregunté y ella soltó un sonoro bufido.

- claro que sí, lindura. - respondió y una pequeña sonrisa tiró de mis labios. - aunque no creí que fueras a querer ir.

- puedo sorprenderte. - dije y ella alzó sus cejas con una sonrisa.

- pues me gusta esta Ava. - un pequeño sonrojo adornó mis mejillas, pero le sonreí.

- pues gracias. - Lucy me abrazó por los hombros sonriendo.

- es éste sábado en mi casa, no me falles. - negué con la cabeza, sonriendo.

- :: -

miré mi reflejo en el espejo, creo que no me veo mal. llevaba unos shorts negros de tiro alto junto con una blusa blanca algo corta. en mis pies continuaban mis converse, no pensaba utilizar tacones. mi estatura no me era un problema.

tomé mi móvil y lo guardé en el bolsillo de mi short, antes de salir de mi habitación. Mia y Thomas me llevarían con ellos.

me subí al coche, puesto que Thomas estaba esperándonos fuera. le saludé con la mano y él hizo lo mismo, antes de que nos dirigiéramos hacia la casa - castillo, mansión - de Lucy.

podía oírse la música desde fuera de la casa.

suspiré al entrar, no estaba del todo acostumbrada a ese tipo de ambientes, era algo nuevo, también algo asqueroso, ya que había personas sudando demasiado. hice una mueca de asco.

- ¡viniste! - oí la voz de Lucy y me volteé para mirarla con una sonrisa en mis labios. también noté que estaba recorriéndome con la mirada una y otra vez, por lo que mordí mi labio inferior algo avergonzada. - ¡y con shorts! ¡esto es el paraíso!

- eres una pervertida. - respondí y ella me guiñó un ojo.

íbamos a continuar hablando, sino hubiera sido porque Riley se acercó y abrazó por los hombros a Lucy con una sonrisa en sus labios.

- ¡cariño! - gritó ella y yo fruncí el ceño. - ¿no vas a seguir jugando? - hizo un puchero y Lucy rodó los ojos.

- estaba hablando con Ava. - Riley notó mi presencia y volteó hacia mí, con una sonrisa en sus labios.

- ¡Ava, tu futura novia! - una sonrisa tiró de sus labios.

alcé una mano en forma de saludo y noté que Lucy sonrió.

- bien, si me disculpas, me llevaré a mi rubia. - habló Riley y volví a fruncir mi ceño al notar que tomaba la mano de Lucy, tirando de ella hasta un grupo de personas nuevamente.

"mi rubia". rodé los ojos con molestia.

me dirigí cerca del grupo de personas, noté que estaban jugando a "la botellita", ese estúpido juego dónde dos personas deben besarse si la botella los apunta a ambos.

pero ellos se devoraban los unos a los otros, eso no es besarse.

noté que Riley y Lucy soltaban pequeñas risas mientras se miraban la una a la otra, eso solamente hizo que aquel gusto amargo en mi boca aumentara. no me gustaba, para nada.

- ¿puedo jugar? - pregunté, lo bastante alto como para que todas las personas en aquel círculo me oyeran. Riley sonrió ampliamente y Lucy alzó las cejas, podía notar que estaba bastante sorprendida.

- claro, siéntate. - habló un chico pelirrojo, yo me senté tal como me había dicho.

muchas personas debieron besarse las unas a las otras, pero yo simplemente esperaba que no me tocara. estaba allí simplemente por Lucy.

y finalmente le tocó a ella, a Lucy. junto a Riley.

la pelirroja parecía bastante a gusto con aquel resultado, Lucy no parecía oponerse. mordí mi labio inferior, no quería verlas, pero tampoco quería irme en ese mismo momento.

Riley se acercó a Lucy, tomándola de las mejillas, antes de pegar sus labios a los de la rubia.

sentí de nuevo ese picor en mi estómago. me levanté del suelo y me aparté de aquel círculo, sin importarme chocar a las demás personas, corrí fuera de la casa, hasta quedarme en el porche de la parte trasera.

suspiré, me molestaba mucho. demasiado.

¿por qué me había molestado tanto que Riley y Lucy se besaran? después de todo, ella y yo no somos nada. no tengo a derecho a estar celosa, además, era un simple beso y por un estúpido juego. hasta a mí podría haberme pasado.

a pesar de que intentaba convencerme de que era una idiotez, no podía. aquel sabor amargo en mi boca no se iba. me sentía celosa. muy celosa.

estaba celosa de que Riley había podido besarla, y yo nunca tendría la oportunidad de hacerlo.

créditos a mi waifu de mi corazón, nuil.

lindura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora