you, clouds, rain | kang daniel

cinco.

Lunes 2 de Diciembre. 12:45 p.m.

—Uf, corrí todo lo que no había corrido en todas las clases de deportes en la escuela —Solar llegó a la mesa con tres cafés en la mano. —¿Es posible que me hagan un resumen?

—Uhm...

—Yo me encargo —tras beber su café, Jisung tomó una bocanada de aire. —Jion escapó a Busan para reflexionar sobre la propuesta, en el tren se encontró a Daniel y se fueron juntos a su casa ya que él enfermó. Al día siguiente la invitó a almorzar donde su madre para celebrar su cumpleaños; todo iba bien hasta que al revisar su teléfono, lee un mensaje de Minhyun anunciándole que había tomado un tren y la estaba esperando —finalizó, en tiempo récord. La chica quedó boquiabierta intentando procesar toda la información.

—Déjame ver si mis deducciones van en lo correcto; si Jion dejó que Daniel estuviese con ella debe ser porque algo pasa entre ellos, y también asumo que si Minhyun fue allá y ya habló las cosas con ella, su tristeza actual se debe a otra cosa —y como era de esperarse, su compañera de piso dio en el clavo.

—Sería genial que dejaran de hacer deducciones de ahora en adelante, por favor —pidió.

Sábado 30 de Noviembre, 6:20 p.m.

Después de contarle a Daniel sobre el mensaje, le pidió que se adelantara para ir al encuentro sola. Sabía que era mala idea acompañarla, no por los mal entendidos si no por el dolor de verlos juntos a pesar de todo, pero no podría haberse quedado tranquilo por lo que fue de todas formas. El lugar del que hablaba Minhyun era un parque cercano a la estación que visitaron cuando él le presentó a su familia, ya que también es de Busan.

Al verlo sentado con su usual semblante serio Jion se congeló por un momento, dio una gran bocanada de aire y reunió valor para retomar el paso con Daniel tras ella. El chico leía un libro y usaba un abrigo beige que cubría mayor parte de su cuerpo, apenas la vio cerca se levantó y los tres quedaron frente a frente con el ruido del agua de fondo.

—Bueno, ahora debo irme a hacer unas compras —se excusó Daniel, dejándolos.

—Feliz cumpleaños —habló. No era sorpresa que fuese tan considerado, mucho menos el hecho de que sacó un pequeño chocolate de su abrigo para darle como regalo.

—Gracias —murmuró, levantando su mano para recibirlo. No sabía cómo sacar el tema a flote, tampoco era capaz de mirarlo a los ojos sin sentir una presión en el pecho.

—¿Cómo es que estás con Daniel? —cuestionó, rompiendo el silencio.

—Nos encontramos en la estación de trenes.

—Ya veo —suspiró. Después de unos eternos segundos de silencio, negó levemente mientras sonreía de forma amarga. —Lo siento, Jion.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó confusa.

—Lamento haber asumido que aceptarías ser mi esposa —sus hombros cayeron al escuchar la oración, no podía aguantarlo más.

—Quizá estuvo mal asumirlo, pero al final fui yo quien escapó sin darte oportunidad a conversar. Te dejé allí solo, con todas esas personas alrededor y me arrepiento mucho. Si huí de allí fue porque me acobardé; cuando expulsé ese "no", descubrí que algo dentro de mí sabía que no estamos destinados a funcionar —soltó al fin. —En el fondo siempre temí el tener prioridades distintas a las tuyas; todos tenían esta imagen asombrosa sobre ti y yo ni siquiera había descubierto quien realmente era, qué es lo que realmente quería.