CAPÍTULO DIECIOCHO

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El viento blanco que azotó durante el día de ayer en Huangyan, se ha calmado. La temperatura vuelve a subir un poco, pero el frío sigue siendo avasallador. Los soldados han encendido fogatas y beben de la nieve derretida al interior de sus cascos. La comida comienza a escasear y hay mucha impaciencia por iniciar un avance hasta la Capital. Por todo ello y más, el ataque debe comenzar.

El General Sun aguarda a que su señor salga de una de las torres de la fortaleza, necesita su permiso para iniciar la formación y esperar al Ejército Imperial por el estrecho valle de Huangyan que nace después de La Garganta, sin embargo, no le ha visto desde lo que ocurrió el día de ayer, y por consecuencia de aquello, Águila se ha pasado horas concluyendo el último de sus tantos poemas... Finalmente está acabado, y es perfecto.

~ ¿General?—llama Águila saliendo por fin de su estancia—¿Qué noticias me tiene?

~ ¡Buen día, Lord General!—saluda inclinándose—Siento decirle que unas no muy buenas: Los Maestros han sido rescatados por el Ejército Imperial. No entendemos cómo, pero se enteraron de su plan de...

Águila agita su ala hacia su dirección en señal de que cerrara la boca.

~ El insecto escapó y los alertó, eso no me importa ya—habla con una tranquilidad insospechada en él—Me llama la atención que, aparentemente, se han organizado por salvarlos.

~ Un espía ha avistado al Guerrero Dragón con ellos, señor. Él es su General Imperial.

El imperturbable semblante de Águila preocupó seriamente a su General.

~ ¿Señor...? ¿Se encuentra usted... bien?

~ Me da igual—responde como si no le hubiese oído lo anterior—... De todas formas, este valle será su tumba... ¿General?

~ ¿Si, mi Lord?

~ Le autorizo a dar las órdenes de hacer avanzar a los soldados, y dígale al Coronel que no quiero prisioneros. Quiero que este blanco campo se vuelva carmesí.

~ Co... como usted mande, Lord General.

~ Retírese.

~ ¡Sí, señor!

El General Sun marcha muy perturbado. Águila inspiraba mucho más terror cuando se mostraba en calma. Su mirada está perdida en un punto fijo hacia el este.

~ Este vacío dentro mí—musita Águila—... creo que ese fue mi último gran poema.


*          *          *


Una tercera parte del Ejército Imperial inició su avance alertados por otra columna de humo justo antes de entrar en La Garganta. Un informante volvió atrás con la mala noticia.

"El Tigre, El Fénix y El Dragón"- Kung Fu Panda FanfictionWhere stories live. Discover now