"Tiempo después de la lucha contra Lord Shen, Los Maestros del kung fu y Po, el Guerrero Dragón, se ven enfrentados a la evolución de la oscuridad por el destructivo descubrimiento de la pólvora. Pero, un inevitable evento, da el punta pie inicial...
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Al alba, Po se encuentra andando directamente a la entrada principal de la Ciudad Prohibida. Los guardias, alertados de su imprevisible naturaleza, lo rodean con sus lanzas, y desde las torres le apuntan con ballestas.
~¿Oigan? —dice— ¿No creen que están exagerando un poquito con la seguridad? ¿Piensan que tengo escondida una tropa bajo la capa o algo así?
~ ¡Bajen sus armas! —se oye desde más adelante. En las compuertas, se encuentra el Teniente Cao, el mismo bisonte que ordenó perseguirlo hace tan sólo un día atrás— Déjenlo entrar, órdenes de Lady Xué.
~ ¡Bien, muchachos! ¡Ya escucharon! —responde Po con ponzoña— ¡Ahora sí soy un invitado especial!
Y después entra restregándoles lo requerida que es su presencia. Cruzó los enormes patios de la Cuidad, hasta llegar casi desmayándose de agotamiento hasta el último patio de la Suprema Armonía y por continuar mostrándose importante, no se detuvo hasta el comienzo de las escaleras del palacio del mismo nombre.
Acabó el último peldaño rogando por agua, y un sirviente pato le esperaba con una jarra de la que tragó su fresco contenido en una alzada de codo.
~ ¡Gracias!—exclama bastante más repuesto.
Le esperan delante de las compuertas de palacio la mismísima Lady Xué, acompañada de un impaciente Lee.
~ ¡Pones un pie fuera de la Ciudad por un día y llegas hecho un desastre! —exclama agitando sus alas como ofendido.
~ Lee quiere decir que se alegra de verte—repone Xué—Y yo también te recibo con hospitalidad y en paz.
~ Gracias... pero vengo a hacer solo dos cosas.
Al interior del Salón del Emperador, justo donde está el Trono Dorado, Po mira que allí se encuentra sentado el pequeño Qiang. Este, al verlo se llena de emoción.
~ ¿Él es el Guerrero Dragón del que me has contado, hermana Xué?
~ Sí, Emperador Qiang.
~ ¡Es igual al maestro Li Shan! ¡Hola!
~ ¡Hola... joven Emperador! —saluda Po tomando el control de su alocada empatía.
Qiang se levanta del trono y con prisa va hacia él y lo toma de la pata para llevarlo a un punto del salón incierto y Po se deja llevar por su entusiasmo infantil.
~ ¿Es verdad que luchas con el fuego? —pregunta el Emperador.
~ ¡Bueno! Así como "fuego" no, pero... ¡vencí al malvado Lord Shen con sus propias balas de cañón! —cuenta con fervor.
~ ¿Qué es una bala de cañón?
~ Es una esfera como de este tamaño— Po se toma el tiempo de explicarle al pequeño con toda clase de gestos y mímicas— ¡Muy pesada porque es toda de metal! Y, ¡auch! ¡Muy caliente! Porque, ¡sale a toda velocidad escupida por un cañón y lo hace con una ardiente cola de fuego! ¡BOOOOOM!
