37.Verdad,Familia y Apoyo

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Capítulo 37. Verdad, Familia y Apoyo

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La puerta se cerró asustándome logrando sacarme del trance en el que estaba después de haber tomado la mejor o peor, no sabía por cual termino llamarlo, decisión de mi vida.

"¡Esto es mucho para mí! No creí que llegaría este día."

Pues créelo Sultanita porque lo que acontecimientos vividos no se me van a olvidar jamás, por más que intentara convencerme de que nada pasó, su cara de mierda aparecía en mi mente haciendo todo muy real.

Tragué saliva intentando contener las lágrimas de impotencia que amenazaban con salir de mis ojos, no quería verme débil porque ese era su objetivo, pero siempre llegaba a la misma conclusión. Consiguió lo que quería.

Comencé a caminar lejos de la oficina de Maribel para tratar de seguir recordándome cada momento malo. Hasta en eso me hizo caer, no volver a llamarla por el apodo.

"¡Alguien que me de una botella de cloro porque no soy capaz se seguir escuchando semejante idiotez!"

Ignoré a Sultanita que estaba por tener un ataque para seguir caminando fuera de ese lugar que empezaba asfixiarme, pasé al lado de la secretaria sin darle una sola mirada hasta que escuché el sonido de sus tacones siguiéndome.

"¡¿Será que este es el infierno?! ¡Porque yo lo siento así!"

― ¡Alex!

― ¿Sucede algo Mónica? ― pregunté acongojada.

―Eso te lo pregunto a ti, no te ves nada bien ― cuestionó preocupada tratando de verme a los ojos.

—No es nada. ― hablé tratando de que no se notara en mi voz las ganas que tenía de llorar— ¿Dónde están los chicos?

—Están en el estacionamiento esperándote.

Asentí agradeciéndole por la información sin decir una sola palabra me dirigí al estacionamiento con la mente a mil tratando de encontrar una buena excusa o forma para darles la notica a mi familia. Ninguna era buena.

Esperaba que el estacionamiento estuviera lleno de estudiantes, pero para mí mala suerte no era así, demasiado vacío para mi gusto.

"¡Jesús ayúdala!"

Hice el intento de irme por otra dirección, pero tropecé con bote de basura llamando la atención de todos haciendo que estos me vieran y se acercaran rápidamente a mí.

―Alex, ¿estás bien?

"Creo que cuando Anna se entere sacará su diablo interior."

Ignoré a Sultanita para centrarme en cada una de las preguntas que me estaban haciendo.

― ¿Qué te dijo el toro? — preguntó Jake ansioso por saber mi respuesta.

― ¿Por qué carajo no habla?

—Estúpido Chad, la están asfixiando con preguntas Déjenla respirar, — me intentó defender Annie— esta pálida.

― ¿Qué demonios pasó en esa sala? ― preguntó Jace.

Suspiré apartando la mirada de ellos para centrarla en cualquier lugar, me sentía fatal, pero sabía que ese sacrificio iba a tener una buena recompensa.

—Nada.

Las rubias se cruzaron de brazos para mirarme de arriba hacia abajo sin creer en mi respuesta mientras que el resto estaban perplejos.

Nadie Nos Manda #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora