Capítulo 8

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8 DE OCTUBRE

Al día siguiente Otabek no sabía si llamar a Yuri, mandarle un mensaje o ir a su casa. Creyó firmemente que cualquiera de las opciones lo asustaría. Se pasó toda la mañana mirando por la ventana hacia la casa de este.

Ya no tenía en su mente la pregunta "¿Qué estoy haciendo?", esta travesura parecía llevarlo a la demencia y hacer que deje de pensar. Eran como niños jugando a las escondidas, solo que, al encontrarse, sus labios parecen pensar por ellos y querer juntarse sin detenerse. O al menos los de Otabek lo traicionaban de esta manera y él no sabe en que se ha metido, menos cual será la salida de todo esto. Porque realmente no quiere salir.

Se sentía demasiado electrizante y Yuri era tan erótico que temía perder la cabeza. Seguro que, si lo hubiera descubierto antes, ya habría atacado a Yuri.

Y Otabek tiene miedo porque no sabe lo que está pensando Yuri, no sabe si realmente lo está obligando o tiene la misma situación que él. Esto lo está carcomiendo. Se siente culpable, sin embargo, esto no evita que disfrute querer atrapar a Yuri. Era su nuevo vicio o tal vez uno antiguo que no había notado.

Otabek de pronto ve a Yuri salir, lo detalla con la mirada sin pensar en nada en absoluto, siente que esto es un juego lleno de fuego, calma y tempestad, tal vez con un poco de felicidad y angustia. Es irónico como también un sin fin de palabras entran en juego con ellos; algo que no logra entender pero que aun así le encanta.

Mientras tanto Yuri en su jardín, sosteniendo la mano de su "hermana" quien era demasiado tranquila para su edad, piensa en las palabras que su madre le dijo hace un momento; que él parece comunicarse fácilmente, que todo lo que piensa lo dice, que tiene facilidad para contar lo que le pasa, y quizás su madre pensó que era una forma de hacerle sentir bien o mostrarle cariño, pero el inevitablemente pensó que no lo conocía ni un poco,

Ya que él no es así, de hecho, hablar con el corazón muchas veces es complicado para Yuri, sobre todo porque no todos son capaces de entenderlo... Y, además, porque puede ser herido con más facilidad.

Y al pensar en ser herido de inmediato aparece en su mente Otabek ¿Estaba acaso jugando con él? ¿Estaba solo confundiendo las cosas? ¿Estaba acaso besándolo para probar? Quería aclarar todo esto, porque él no había pasado la noche en vela por gusto. Yuri lo había pensado demasiado y llego a una conclusión.

Le gustaba Otabek.

Por Dios sí que le gustaba y se había sentido tan vulnerable porque recién se había dado cuenta. Y al ser consiente pudo entender porque odiaba cuando las novias de Otabek le quitaban el tiempo que ellos pasaban juntos. En realidad, podrían pensar que son celos de amigo, pero Yuri medito seriamente y fue sincero consigo mismo. No odiaba el hecho de no tener tiempo de amigos, odiaba que Beka tuviera novias.

Lo había estado ocultando tanto en su mente, muy al fondo y acababa de salir a flote. Fue una explosión de vergüenza y angustia. Después de todo Otabek no lo había llamado, ni un mensaje le había enviado. Y esto aumento un sinfín de dudas e inseguridades. Tantas que había dejado de preocuparse por como su madre había llegado intempestivamente con una niña de cinco años. Porque Yuri sabía muy bien que no era su hermana, después de los intentos fallidos de su madre para hacerle creer aquello, le dijo la verdad.

Era de una amiga y de un tipo maniaco que quería quitársela. Este hombre tenía una esposa que era infértil, y había enamorado a la joven para lograr completar su familia. Después de todo eso era más fácil que adoptar o hacer algún tipo de tratamiento o esas cosas. Qué asqueroso plan.

Solo por eso Yuri acepta otra vez una de las locuras de su madre, la niña tenía que esconderse por un tiempo y no era realmente su culpa. Podría seguir perdido en el caótico mundo que su mente creaba si no fuera porque Otabek estaba frente a él. Sacudió la cabeza volviendo a la realidad.

Sexcall with ¿my friend?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora