THE PROUD RUSSIAN FAIRY

CAPÍTULO XVIII: "Sin ideas"

AL FIN REGRESÉ! No tengo excusas para mi retraso, incluso el título es un reflejo de lo que tengo ahora…

Espero que les guste el CAPÍTULO, disculpen por la gran espera que tuvieron que pasar.

A pesar de todo lo dicho anteriormente por Lilia, los flamantes nuevos esposos se quedaron en Longbourn más de sólo uno o dos días; el regimiento de JJ salía de Londres en unos diez días y ese tiempo es el que decidieron quedarse allí. La señora Bennet se encargó de visitar a la mayoría de sus conocidos con su hija recientemente casada, seguía algo enojada con ella, pero se comportaba a la altura de su rango. Yuri aún no tenía listo los preparativos para la venganza contra su hermana, estaba siendo muy cuidadoso pues su madre estaba muy pendiente de ellos. Cada vez odiaba más a Isabella, que no dejaba de hablar de su alfa y al cual casi todo el tiempo estaba pegada como lapa.* Esa mañana había bajado de su habitación para ultimar los detalles de su plan perfecto, cuando...

-Creo que aún no les cuento a detalle sobre mi boda ¿verdad?

Los hermanos Bennet a excepción de Yuri estaban reunidos en la sala por milagro del destino (un llamado de atención de Lilia para que pasaran más tiempo con su hermana que se iría pronto).

-No nos interesa la verdad- Mickey seguía furioso por no haber logrado vengarse, pero al parecer Sara lo mantenía calmado.

-‎Sería lindo escucharlo-el mayor habló, percatándose de que el rubio menor intentaba no ser visto- ¡Yuri, ven a escuchar con nosotros!

-‎No quiero escuchar nada al respecto- Volteó en dirección a la biblioteca, sin percatarse de unos pasos apresurados a sus espaldas, de repente, lo sujetaron por las axilas y ya lo estaban llevando a rastras al salón.

-‎Ah no, hada rusa. Si nosotros no podemos escapar de esta, tú tampoco

-‎Siempre quise escuchar del vestido que usó, si fue muy caro y lindo quiero usarlo en mi boda- los mellizos Crispino fueron los encargados de sentar a Yuri en el sillón del salón, y Yuuri le dirigió una mirada que le suplicaba que se comportara. A regañadientes, cruzó los brazos sobre su pecho y se quedó a escuchar.

-‎Pues ahora que estamos todos, empezaré. Ya saben que nos casamos en Saint Clement, pues la posada en que nos quedábamos dependía de esa parroquia. Pues estaba bastante arreglada, aunque claro, no lo vi hasta cuando llegué a ella. El día de la boda me levanté con algunos síntomas de mi celo, así que la tía Yuuko me dio dos supresores en vez de uno. Yo estaba muy nerviosa por si pasaba algo malo durante la ceremonia, pero mi vestido y todo estaba listo, nos costó un montón, pero era ese vestido o no me casaba, se lo dejé muy claro a mi JJ.  La tía me ayudó a vestirme y se la pasó sermoneándome acerca de un montón de cosas, aunque no escuché ni la mitad, pues sólo pensaba en lo guapo que se vería mi JJ si usaba su uniforme de gala en la ceremonia. Finalmente almorzamos junto al tío Takeshi, pero él no estaba aún listo y por un momento pensé que nos atrasaríamos, lo cual sería terrible porque no nos podríamos casar ese día por falta del padrino y por llegar tarde y mi celo seguro ya no podría controlarse por supresores al día siguiente, así que cuando llegó el coche a llevarnos por poco me da un ataque, pero el tío se alistó en un momento y de repente ya estábamos en el carruaje camino a la Iglesia. Luego recordé que si el tío Takeshi no estaba presente no se hubiera suspendido la boda igual, porque el lugar de padrino lo podía ocupar el hermano de mi JJ o alguno de sus amigos- a Yuri casi le da un ataque y no sabía si era por saber que el señor Altin había estado presente en la boda de su hermana, o porque su hermana supiera ya la verdad (Lo que quería decir que JJ también debía saber todo) o por el temor de que la estúpida de Isabella revelara el nombre de Otabek. Ese era un tema delicado y seguro sólo los más allegados a ellos debían saberlo. Sin embargo, pudo respirar tranquilo cuando Yuuri interrumpió su narración.