CAPITULO VII: "Problemas"

341 46 2
                                    

Nuevo cap, gracias a todos los que me dejaron comentarios en el cap anterior sobre lo que les comenté de los reviews de fanfiction... no esperaba que lo leyeran (sobre todo pq pensé que era demasiado dramática), pero gracias por el apoyo. Continuando con el fic, esta semana decidí rellenar algunos detallitos que quedaron sueltos por allí, así que espero que disfruten con esto...

Algo que Yuuri no había querido mencionar durante el camino de regreso a casa, ni cuando conversó en la noche con Yuri, es que había empezado a sentirse raro desde que habían llegado a la casa de los Baranosvkaya... debido a que pensó que era por su reciente resfrío, no dijo nada. Sin embargo, la mañana siguiente lo despertó con la ya conocida sensación de su piel quemando por sentir unas manos sobre ellas, mientras sus sábanas se encontraban manchadas por el líquido lubricante que ya cubría parte de sus muslos. Intentó moverse un poco, y la fricción de la tela lo hizo gemir, despertando a Yuri. Esta era la primera ocasión en que el pequeño omega presenciaba al mayor en ese estado y no sabía cómo reaccionar ante ello. Yuuri a pesar de su estado, intentó tranquilizar al menor; es bien sabido que los omegas en celo son bastante restrictivos con su espacio respecto a otro omega, pero para el pelinegro, sentía más a su pequeño gatito como un hijo, por lo cual, en vez de tratar de sacarlo del cuarto, su instinto materno le gritaba por calmarlo. Por voluntad propia, liberó las feromonas que sabía tranquilizarían a su pequeño, y este se acercó cuidadosamente al mayor, quien le acarició la mejilla con dulzura y le pidió amablemente que le alcanzara sus supresores. Yuri obedeció al instante, aunque molesto por tener que separarse del confortable calor materno que emitía su hermano...Lilia había hecho un gran trabajo como madre, pero era una alfa, y si hablamos de figuras maternales omegas, Yuuko Nishigori es la que se había encargado de guiar a su ahijado Yuuri en la etapa de celo y este tomó esa responsabilidad con todos sus hermanos (excepto Yuri, claro, pues aún no pasaba por ello), así que era la primera vez que Yuri podía percibir tal cantidad de feromonas omegas maternales y se sentía como si fuera un pequeño niño otra vez.
Después de tomar los supresores y con mucho cuidado, Yuuri volvió a acostarse, esperando que hicieran efecto los polvillos que debió tomar mezclados con agua. Yura se acostó a su lado, con su cabeza apoyada en el pecho del mayor, que empezó a acariciar sus cabellos con gentileza. Pasaron al menos una hora así, hasta que Yuuri notó los efectos del medicamento. Para ese momento, su pequeño gatito se había vuelto a dormir, se encontraba tan calmado, que Yuuri pensaba que en cualquier momento lo escucharía ronronear...
-Mi pequeño gatito, me gustaría que no tuvieras que pasar por algo así. Puede que sea la antesala de un pequeño milagro, pero es demasiado doloroso y vergonzoso para nosotros los omegas- Yuuri besó con suavidad la frente del menor, mientras susurraba -Ojalá no crecieras nunca, mi bebé-
Mientras esto ocurría en la habitación de los Yuris, otra situación se estaba dando en el cuarto de los mellizos Crispino-Bennet...
La noche anterior, Sara había intentado hablar con su hermano, pero este, alegando que estaba demasiado agotado por la salida a Meryton, se metió a su cama e ignoró por completo cualquier cosa que su hermana quiso decirle. Sin nada que poder hacer, se acostó también, recordando la breve conversación que pudo tener con Emil, un día que este había salido a regañadientes (y a pedido de Yuuri) por unos bocadillos y un poco de agua para el invitado...
-Ya no sé qué hacer para que Mickey note lo mucho que me gusta-
-Ten paciencia Emil, mi hermano es algo tonto a veces, pero seguro se dará cuenta de tus atenciones-
-Me sorprende que no lo haya notado hasta ahora, pero me gustaría preguntarte, ¿Qué es lo que te atrae tanto de él? No es por ser malo, pero de no ser por mi gatito, diría que Mickey es el que tiene el peor carácter de todos- habló con calma Yuuri.
-¡Oye! Mickey no es tan malo, solo es... algo huraño-Dijo Sara, aunque no tan convencida de lo que pensaba.
-Pues, la verdad aquel día percibí un olor diferente, parecido a panqués recién horneados, pero parecía venir de la zona de baile... pensé que venía de ti, Sara, por eso te pedí bailar, pero luego llegó tu hermano y me di cuenta que era él. Cuando bailamos sentí algo diferente en él, se veía completamente diferente a cualquier omega que haya conocido, era huraño, estaba enojado aun cuando bailaba y además parecía dispuesto a golpearme... no pude resistirme a eso y le robé un beso-
-Awwww, ¿fue amor a primera vista entonces? - mencionó Yuuri
-Me suena a masoquista la verdad- dijo Sara divertida.
-Cuando volví a mi casa, pensé que era algo pasajero, pero mi curiosidad era mucha y después de tantas conversaciones juntos, puedo decir realmente me gusta, su actitud, su rostro y su olor que incluso parece demasiado a veces... Es como si me estuviera gritando por besarlo-
-No lo intentes o podrías terminar sin uno o dos dientes-Mencionó Sara
-Ya se está demorando demasiado Mickey ¿no les parece?-Yuuri se levantó, acercándose a la puerta de la sala.
-Seguro está peleando de nuevo con la cocinera porque no le quiere dejar traer los bocadillos a él- al ver que las dos personas a su alrededor la miraban, agregó-la última vez, intentó cambiar una taza por una infusión de olivo con ortiga y nopal* al té de un pretendiente mío. Noté el olor raro y cogí la taza antes que se la diera, como eres tan despistado, no viste nada Yuuri-
-Lo que me preocupa más, es que Mickey sigue pensando que vengo por ti Sara, eso lo hace más difícil de tratar-
-Tal vez debes aclarar eso antes, Emil- le sugirió el omega mayor
-Haremos algo más drástico... Emil, tienes que dejar de venir a vernos por al menos un tiempo-
-¿Sara? No puedo hacer eso, Mickey pensará que me rendí contigo por lo que siempre me dice- Emil se veía escandalizado por el plan de la omega.
-No, he notado que Mickey, aunque lo niegue, parece estar pendiente de la hora a la que llegas, casi como si te esperara. Solo que es demasiado terco y cabeza hueca para aceptar que le llamas la atención. Si dejas de venir por un tiempo, pensará más en ti-Sara parecía haber encontrado la solución a los problemas de todo el mundo con esto...
-Yo creo que puede funcionar, pero no estoy seguro, puedes intentarlo Emil; aunque te guste nuestro hermano, si él no se interesa en ti, no me gustaría que lo obligues a nada-
-Lo sé Yuuri, es drástico, pero si no notan ningún cambio en Mickey me avisarán, será duro de superar, pero intentaré olvidarlo si pasa algo así-
-Veras como funciona- lo alentó Sara.
Y así, ese día Emil se había ido, con la esperanza de recibir una carta con buenas noticias de parte de Sara...
-Parece que no fue una buena idea después de todo- habló para sí misma la menor de los Crispino- deberé mandar la carta a primera hora de la mañana.

THE PROUD RUSSIAN FAIRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora