Se volvió sin decir nada y se acercó a Emmett.

-Hasta luego Puma y Oso pardo- dije en un susurro sabiendo que ellos me escucharían.

Ambos se giraron para verme y entraron riendo en la clase.

Me fui a la biblioteca y aproveché para adelantar algunos deberes, le escribí una nota a Bella para avisarla de que me iría con Edward y se la dejé sobre su mochila en el gimnasio.

Antes de que las clases terminasen me dirigí al aula de Edward para esperarlo. Cuando la gente comenzó a salir él fue de los primeros junto a Emmett, este me miró y alzando una ceja divertido, le sonreí en respuesta, Edward nos observó y negó con la cabeza antes de acercarse a mí.

-Parece que le caes bien a Emmett- dijo Edward divertido poniéndose frente a mí.

-Y el a mí, siempre me han gustado los osos- dije.

Pude escuchar la carcajada de Emmett que se reunía con Rosalie dos clases más allá, ella se giró y nos miró a Edward y a mí, pude sentir que se debatía pero no supe identificar entre qué.

-Hola- musité mientras esbozaba una gran sonrisa al girarme para mirar a Edward.

-Hola- me correspondió con otra sonrisa deslumbrante-. ¿Cómo te ha ido en la biblioteca?

-Bien- dije- he terminado todos los deberes.

- ¿De verdad?, aprovechas bien el tiempo- dijo mientras caminábamos hacia el aparcamiento.

Edward envió levemente la vista y miró por encima de mi hombro, lo vi entrecerrar los ojos y miré hacia atrás para ver a Derek alejarse, parecía molesto.

- ¿Qué pasa? – le pregunté.

Aún tenso, volvió a mirarme.

-Hale me saca de mis casillas- admitió.

- ¿Por qué, te ha dicho algo?- pregunté.

-Piensa muy alto y no cosas agradables- dijo encogiéndose de hombros.

-Los pensamientos son libres Edward- dije- no puedes dejar que te afecte lo que la gente piense, sobre todo si lo puedes escuchar a todas horas.

El asintió y me miró dándome la razón, pero seguía con el ceño fruncido. Me paré frente a él cuando llegamos a su coche y se sorprendió.

-¿Qué ocurre me preguntó?- examinándome.

-No te muevas- dije mientras acercaba mi mano lentamente a su cara.

El no perdía detalle de mis movimientos y cuando toqué su entrecejo este se alisó y sonreí.

-Ves, así estás mucho más guapo- dije.

El negó divertido con una sonrisa antes de abrirme la puerta del coche.

-El coche de Rosalie es precioso- dije cuando estuvimos montados.

-Si es un buen coche- dijo.

-Es un BMV M3, es más que un buen coche- dije.

-Vaya, ¿sabes de coches?- me preguntó sorprendido.

-Se algo- dije encogiéndome de hombros- una vez ayude a Emmett y Rosalie con el todoterreno de Emmett.

-Si me lo contó Emmet- dijo Edward con una dulce sonrisa.

-Ahora que lo pienso, podrían haber aflojado la rosca sin que tuviera que ir a por la llave- dije.

-Bueno, en ese momento no podían delatarse- dijo Edward- fue muy atento por tu parte, nunca nos habían tratado así aquí.

Mi sol a media noche. (Edward y oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora