Capítulo 5: Cada paso cuenta

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CAPÍTULO 5:

Aquella tarde vuelvo por suerte al café, donde intento volver a escribir, pero siguiendo sin tener suerte. Las palabras no fluyen, aunque al contrario de otros días, solo duro una hora a lo sumo intentándolo; porque me frustro y lo que hago es ahogar mis penas en un batido de chocolate hasta que Cece llega ese día...

Golpeada.

Enchaquetada, entra y enseguida observo el gran hematoma que tenía en su mejilla. Siendo ella, me temo lo peor cuando la veo acercarse.

-Dios, ¿qué te ha pasado?- me acerco preocupada, aunque me aparta.

-No toques, por favor- Cece resopla, apartándome para sentarse.

Resoplo y, aunque me enfada que se haya apartado de mí de esa manera, no puedo evitar reprimirle cuando me siento de nuevo.

-Perdona por preocuparme...

Cece me mira, resopla:

-¿Dónde estuviste ayer?

-Jason me obligó a irme a casa... ¿por qué?

-Porque... te esperé. Quería hablarte de algo, pero al no venirte me fui cuando me encontré a los tipos de la última vez- no hacía falta que me dijera mucho más de la situación para entender lo que había pasado.

-¿Otra paliza?

-Esta vez fue menos... me vio una de las chicas de la universidad y los paró...- dice, aunque no es que le alegre mucho el tema.

-Demonios.... Lo siento. Debería de haberte acompañado...

-No pasa nada- resopla, aunque me duele verla así- Me hubieran pegado quisieras tú o no... Era inevitable...

Cece se apoya sobre la mesa y la veo rota.

Ha pasado mucho, en su casa, con la familia, con los amigos. Literalmente, puede contar con los dedos de la mano la gente que la quiere y le acepta. Con los dedos de una mano, porque literalmente, solo necesita un dedo: el que se refiere a mí.

Con sus manos sobre la mesa, me acerco a ella y tomo sus manos:

-Hey, está todo bien, ¿vale?

-No, Ali, no lo está- responde decaída- No sé cuanto tiempo más podré aguantar todo esto. A veces no puedo evitar... en terminar con todo...

Tengo que pararla en ese momento. No, no me podía decir aquello y quedarse tan campante. Cece era mi amiga, mi mejor amiga, mi hermana. Si se marchaba para siempre, ¿qué iba a hacer yo sin ella? Habíamos pasado mucho juntas y no iba a permitir que me dejara por culpa de que algunos querían controlar la manera en la que pensaba, en la que se sentía; la manera en la que quería ser.

No puedo evitar pensar también en Emily, en nuestra conversación en el almacén. Ambos sufrían porque la gente mandaban sobre su manera de pensar, de sentir. Sin embargo, Emily lo había aprendido a llevar. ¿Por qué Cece no podría hacer lo mismo? ¿Por qué no podía pasarle a ella lo mismo?

-Ni se te ocurra decir eso, ¿me escuchas?- le digo.

-Pero...

-No- la corto- Vamos a conseguir que todo esto pase... Tardemos un año, dos o cincuenta, ¿me escuchas? No voy a permitir que me abandones porque quieras...

Cece me mira, me sonríe:

-Estás loca, ¿lo sabías?

-Hay que estarlo a veces para vivir en este mundo...- digo encogiéndome de hombros- Ahora sonríe, ¿vale? No estás sola en este mundo...

Amar en Tierras de Lobos //Emison Fic//Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon