Capítulo 1: Empecemos por el medio

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Capítulo 1:

No sé si esto va a funcionar, ni siquiera sé si es buena idea.

Todo lo que sé, todo lo que siento, todo lo que pasó... Incluso si un pequeño porcentaje saliera a la luz... No sé como reaccionaría el mundo. Si quiera ahora que todo a acabado, que tantos años han pasado...

Hace tiempo, alguien me dijo que la mejor manera de dejar sacar todo, es escribirlo. Sí, es extraño, pero decía que funcionaba. Escribías todo, ponías en orden las ideas, ponías tus esfuerzos, tus ganas, tu imaginación en explicar todo lo que querías expresar en palabras. Tomabas una hoja y en ella quedaba toda esa energía que el problema, lo que fuera que te agobiaba, te estaba creando.

Asique, ¿por qué no intentarlo? ¿Por qué no poner en palabras lo que una vez paso? Después de todo, ¿qué me queda por perder cuando ya todo a desaparecido?

La historia comienza hace tiempo, mucho. Aunque para entender todo, necesitamos empezar primero por un momento que quizás me marcó en todo lo ocurrido. Un momento en el que realmente, me di cuenta de lo que en realidad... de lo que realmente sentía.

Corrían los años cincuenta. La vida era dura y con media Europa en guerra, los Estados Unidos simplemente intentaban sobrevivir. Los blancos controlaban el mundo, los afroamericanos sufrían la opresión y todo el mundo intentaba vivir.

Yo, por otra parte, había abierto una pequeña tienda en un barrio de clase media de la ciudad donde vivía. Estaba ilusionada por ello. Mi propio negocio en los tiempos que corrían, ¿cómo imaginarse una cosa así? Estaba ilusionada y feliz.

Aunque, aquel día en especial, estaba al revés.

Se dice que cuando una persona está enfadada por cualquier motivo, cualquier cosa que haga; termina siendo una auténtica mierda. Pues bueno, yo cuando miraba el intento de bufanda, pensaba en ello.

Estaba enfadada con ella, sí, lo admitía. Aunque lo que peor llevaba es que estaba enfadada por estar enfadada con ella y no poderme olvidarme de que estaba enfadada con ella. Si es que aquello tenía algún sentido en mi opinión. Pero si tengo que decir la verdad, nada que tuviera que ver con ella tenía sentido. Nada, por mucho que intentaras verlo. Nos habíamos besado, sí; pero eso no significaba que a mi me gustaran las mujeres. Era ella y su forma de ser. Todos los secretos, la manera en la que empezó de repente a ver a todo el mundo por encima del hombro. Era... ¡Era todo! Ella era lo peor del mundo. Sin embargo, ¿por qué no podía parar de pensar en ello?

Era como la serpiente que se mordía la cola. Cuanto más pensaba en ello para poder dejar de pensar en ello, más lo pensaba. Ya me afectaba hasta a la manera de pensar, porque ni pensar podía con todo lo que había pasado.

Aun así, ahora tenía la tienda, ¿no? Tenía la posibilidad de cambiar las cosas. Podía cambiar mi pensamiento y poder llegar lejos, como habían hecho todos aquellos pequeños comerciantes que ahora eran los peces gordos que gobernaban el mundo a un chasquido de sus dedos. Empezar por lo poco hasta llegar lejos... Como lo había hecho ella.

Mierda. De nuevo, pensando en ella.

-Ali... Ali- hasta que Jason no aporrea la mano contra la mesa es que no consigo por fin reaccionar a todo aquello- ¿Qué te pasa hoy? Estás ida

-¿Qué? No- replico, aunque la manera en la que lo había dicho; decía totalmente lo contrario- Es solo...- miro la bufanda y decido lanzarla bajo el mostrador- la estúpida bufanda que no me sale...

-Ya, claro- responde- la bufanda...- le oigo murmurar.

-¿Qué?- digo ya molesta.

-Nada, hija- responde riéndose mientras comienza a dar vueltas por la tienda- Es solo que desde hace un par de semanas estás que no das pie con bola...

Amar en Tierras de Lobos //Emison Fic//Where stories live. Discover now