best of me [ym]

[two] Bloqueo mentales y lágrimas.

Siento mis manos sudar por los nervios que estoy atravesando, me encuentro sentado en mi banco de siempre esperando a que me entreguen la hoja para empezar el exámen.

Un suspiro de alivio sale de mis labios cuando comienzo a leer las preguntas, es todo lo que había estudiado.

Los exámenes en este Internado son como cualquier otro - o al menos eso es lo que dicen los que tuvieron la oportunidad de ir a otras secundarias de Corea del Sur -, lo único diferente es la parte luego de la escrita; cuando tenemos que demostrar lo que hemos aprendido en el año. En ese momento, nos llevan al gimnasio con todos los de mi clase y uno por uno tenemos que pasar a hacer pruebas.

Como mi poder es el mental (todo lo que tenga que ver con telequinesis, telepatía y todo lo que empiece en tele - bromeo, bromeo - ), las pruebas son tener que mover objetos, mandar un mensaje a los pensamientos del profesor sin tener que mover los labios ni hacer una expresión facial y esa clase de cosas.

La prueba que siempre se me ha complicado, la que he intentado practicar fuera de clase pero nunca he podido y realmente siempre me sale mal es el bloqueo mental. Antes de que la persona con la que te enfrentas pueda entrar a tu cabeza y ver todos tus recuerdos, tienes que hacer un bloqueo mental. Es como poner un muro enorme en tu cabeza que sólo tú puedes deshacer (bueno, depende de que tan fuerte sea el muro).

Una vez, recuerdo que mi profesor me hizo competir contra un compañero y toda la clase terminó sabiendo que yo había llegado al Internado gracias al director, supieron cómo me adoptaron y mis lágrimas de felicidad luego de irme de ese infierno. Luego de eso no participé nunca más en esa clase, y el profesor se decepcionó.

Siempre pasa lo mismo, yo rindiéndome ante algo y los demás decepcionándose. Como si alguna vez les hubiera dado falsas esperanzas de que puedo lograr algo.

Suspiro cuando me llaman, es hora de hacer el bloqueo mental. Compito con un chico de mi clase llamado Noh TaeHyun, no sé mucho de él sólo que es amable y muy divertido.

Hicimos una reverencia ante el otro y segundos después ya estamos intentando entrar en la mente del otro, es realmente difícil.

Yo, más que poner el muro para que no entre, intento meterme en su mente antes de que él pueda entrar a la mía. Si yo no soy bueno en eso, por lo menos buscaría otra alternativa.

Estamos demorando mucho, lo sé porque comienzo a escuchar los murmuros de mis compañeros y mis profesores se acercan aún más hacia nosotros. No sé qué esperan pero están muy atentos ante nuestra batalla mental.

Entonces siento algo, Taehyun está logrando entrar. No sólo me di cuenta porque mi mente tuvo un pequeño golpe, sino por la sonrisa pequeña que poco a poco crece en su rostro. Cierro los ojos involuntariamente.

Pienso en los recuerdos que no quiere que vea, y me concentro en lo que yo quiero ver. Noh es un chico muy amable, demasiado a decir verdad. Abro mis ojos, bingo.

Lo tengo, estoy viendo sus recuerdos de su niñez. TaeHyun parecía tener un padre que lo golpeaba, su infancia era realmente triste. Lo veo a él llorando, recibiendo golpes y cuando quiero acordar no puedo salir de ese laberinto.

- Hey, Park. Y-Ya puedes detenerte. - Dice sintiendo como cada vez más me adentro en su mente.

Siento que el murmullo de mis compañeros aumenta, pero sólo puedo concentrarme en todos aquellos tortuosos recuerdos que TaeHyun sufrió en algún momento de su vida. Son demasiados, no puedo parar.

Los profesores lo notan, se acercan a mí y comienzan a chasquear sus dedos frente a mis ojos, tanto es el alboroto que uno de ellos tiene que entrar a mi cabeza y ayudarme a acabar con eso. Me siento mareado cuando regreso a Tierra.

- Llevaré a JiMin a la enfermería. - Dice una profesora cuando nota que no puedo permanecer parado, mis piernas flaquean.

Choi YoungJae, el enfermero del Internado, me atiende con una sonrisa tranquila intentando transmitirme calma mientras yo bebo agua para tragar una pastilla que me había entregado.

- Estarás bien en unas horas, ¿de acuerdo? Mientras tanto debes quedarte aquí. - Asiento lentamente mientras dejo el vaso en la mesa a mi lado. - JiMin... ¿qué ha sucedido esta vez?

Suspiro, no es la primera vez que voy a la enfermería. Como había dicho antes, mis poderes de vez en cuando me traen problemas.

- Yo no-no lo sé. - Confieso. - Sólo quería ganar la competencia, debíamos hacer un bloqueo mental antes de que el otro logre entrar en tu mente, pero yo todavía no he aprendido a hacerlo. Pensé que... que sería mejor si intentaba entrar en su mente antes de que pudiera hacer su bloqueo para no darle tiempo a reaccionar... - YoungJae asiente.

- ¿Y por qué no te detuviste? Tu profesora me dijo que fue difícil sacarte de ahí. Tu compañero terminó llorando ante los malos recuerdos que le hiciste renacer. - Bajo la mirada y comienzo a jugar con mis manos, me siento mal por TaeHyun, no se lo merece. Soy un idiota.

- Él estaba entrando a mi mente y yo necesitaba algo en sus recuerdos para aferrarme, creí que si pensaba en las cosas malas podría entrar... No quise hacerlo sentir así, sólo quería una buena puntuación en el examen. - Hablo pasando mis manos por mi rostro, frustrado. Todo siempre me sale mal, nunca puedo hacer nada bien. Dios, estoy cansado de fracasar siempre.

Luego de unos varios minutos en silencio, el enfermero habla:

- Anímate, JiMin. Estoy seguro que has pasado, y de ser así tendrás a un gran mentor este año. - Asiento sin decir nada, tal vez tiene razón. Yo podría pasar de año y mi mentor podría ayudarme en todo este lío.

Sólo espero que quien sea que fuese mi mentor, sea alguien paciente.