Entrena y reflexiona

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Jace y Sebastián hicieron uso de toda la paciencia de la que eran capaces para ignorarse mutuamente, más Sebastián, que se vio obligado a prestarle un equipo de entrenamiento a su hermano adoptivo. Una vez ya vestidos, se dirigieron a la sala de entrenamiento. Se sentía extraño que el equipo se sintiera más pesado, debido a que sus cuerpos no estaban lo suficientemente grandes y fuertes como para ni siquiera sentirlo al caminar. Jace tuvo que seguir a Sebastián a regañadientes, pues no estaba muy familiarizado con la residencia. Los pasillos mayormente tenían hermosos cuadros como decoración, uno que otro pequeño mueble con flores, y eran iluminados por luces mágicas dentro de cristales negros, lanzando sombras danzarinas por las paredes. Cuando estuvieron frente a la puerta de entrenamiento, la abrieron de par en par y se encontraron con una enorme habitación circular, con un dojo en medio y armas de todo tipo colgando en las paredes: dagas, espadas, cuchillos serafin, una que otra ballesta, un arco junto a largas filas de flechas y algunos palos de madera; en una mesa había estelas, sensores y algunos cinturones para armas, entre otras cosas. En el medio de la habitación estaba Clary, con uno de los tantos palos, girándolo inconscientemente con una mano. Ya no traía la ropa casual, era una especie de mono negro sin mangas. Al oír la puerta cerrarse, Clary se dio vuelta, y miró a los chicos con desdén, como quien esperaba ya algo y aun así desagradarle.

-Por lo que tardaron, creí que no vendrían-dijo con burla.

-Ya quisieras, seguro porque sabes que no podrás con nosotros-dijo Jace con una sonrisa carismática en su rostro. La sonrisa de Clary desapareció de su rostro cuando ambos rubios rieron, y le lanzó el palo a Jace, quien lo atrapó con rapidez a pesar de que iba dirigido a su cara, y luego fue a agarrar dos más.

-Bien, veamos que tienes-dijo Sebastián, y con un movimiento tan rápido que solo se vio un borrón, con el palo que le dio Clary golpeo la parte trasera de las rodillas de ésta, causando que cayera de espaldas. Se oyó la risa de Sebastián y Clary de puso rápidamente de pie. Lanzó una mirada asesina a su hermano, y antes de que este pudiera hacer algo, Clary comenzó a atacarlo con golpes precisos y certeros. Sebastián esquivaba algunos y lograba a veces darle a su hermana, pero ella se puso detrás de él y colocó el palo sobre su garganta comenzando a tirar de él. Le costó, pero finalmente logró lanzar a su hermana al otro lado, haciendo que suelte el palo. Jace, que comenzó a ir sobre Sebastián por lanzar a Clary, vio como ésta se ponía de pie y lo miró con suspicacia. Corrió hacia él, y Jace creyó que lo abrazaría pues se lanzó hacia sus brazos, pero movió rápido las piernas para patear el estómago de Sebastián, que se encontraba detrás de Jace, a punto de atacar a éste; pero Clary no solo atacó a Sebastián, sino que se impulsó hacia abajo aún abrazada al rubio y tiró de él al suelo junto a ella, pero quedando encima para amortiguar el golpe. Jace quedó algo aturdido por el ataque repentino, pero logró recuperarse y ponerse de pie al mismo tiempo que Sebastián comenzaba a levantarse. Clary lo miró con diversión.

- ¿Qué? ¿Acaso creíste que te quedarías ahí mirando sin hacer nada? -dijo burlona. Luego su cara pasó a una de disgusto-. Aun no me olvido que tú y él-señalando a Sebastián que miraba serio a su hermana- trataron de ponerle una trampa a mi... chico. Por suerte Jonathan fue lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que yo nunca lo hubiera citado a un callejón sólo porque quería verlo. Si quieren suplantar a alguien, traten de hacerlo creíble...

-Tu no deberías estar con ese idiota-la interrumpió Sebastián con evidente molestia. La idea de que su hermana estuviera con otro no le molestaba, le daba náuseas. Clary lo miró con molestia.

-Tú no puedes decidir si puedo estar con alguien o no. Después de todo tu sales con cualquiera que te guiñe el ojo, como la reina Seelie-Clary casi escupió el nombre de la reina de las hadas-. No sería sorpresa si voy a tu habitación y la encuentre desnuda en tu cama con licor de hadas.

En el Último MinutoWhere stories live. Discover now