Se cumplieron los quinientos metros.
«A doscientos metros gire a la derecha y suba a la autopista»
Dino prendió la radio para evitar el silencio, pero estaba puesto un disco de una banda de los 80. Sonrió al reconocer a una de sus bandas favoritas sonar al ritmo de una canción ya conocida. Ya estaba tarareando el sólo de guitarra cuando abrió la cajuela y lo confirmó todo: ahí descansaba la caja cuadrada con el booklet verde del álbum «Dr. Feelgood», de Mötley Crüe.
-Hacé tus dos preguntas, me estoy aburriendo - mintió.
-Mmm... ¿Si vas a la escuela significa que el lunes te pierdo?
-Si, pero es sábado y todavía nos queda el día de mañana. Siguiente.
-¿Cómo van tus notas?
-Llevo esa trampa para bobos de taquito. En realidad sigo cursando porque me queda poco para terminar y legalmente facilita todo. Mejor trabajo y esas cosas. ¿Ya es mi turno?
-Si. Y ahora es el mío.
Chan quería pegarse un tiro. Acaba de perder otro turno por una pregunta tan trivial como esa.
-¿Cómo entrás a los bares si sos menor?
-Identificación falsa.
-¿Y por qué no me la mostraste cuando te querías llevar las cervezas?
-Mirá quién pierde un turno ahora, ¿eh? - dijo con doble misión, evadir su pregunta y recuperar un turno.
-Mierda - SeokMin sonrió -. Bueno, tenés razón. Tu turno. Doble.
-¿De verdad te gusta Minghao? - el menor no dudó.
-No - el mayor tampoco. Soltó una risa.
Dino se relajó en su asiento. Seokmin lo notó y su corazón se alegró.
El conductor subió a la autopista.
«Continúe por la autopista treinta kilómetros y tome la primera salida a la derecha»
-¿Te sentís cómodo conmigo?
-Bastante. Me estoy acostumbrando a tu manera de ser. Sos como mi primer café, fuerte pero disfrutable.
La respuesta satisfacía a Dino.
-¿Vamos a tardar un buen rato en esta autopista, no? - preguntó SeokMin.
-Si. Gracias por el turno.
El castaño se golpeó la frente con una mano y siguió manejando con la otra. Estaba decepcionado de si mismo. Negó un poco con la cabeza y volvió a conducir con ambas manos, jugando con sus dedos al ritmo de la canción que acaba de cambiar. La guitarra acústica sonaba dulce y campirana, hasta que cambió a una eléctrica y erótica, que igualmente deleitaba a ambos. La letra no se quedaba atrás.
~Un tatuaje trepando por su pierna, tan sexy~
Ambos disfrutaban del paisaje. Tras la tormenta de anoche, había salido un sol increíble, y el cielo estaba tan despejado que un arcoiris lo cortaba por la mitad. El menor lo disfrutaba más que su hyung, que se veía obligado a manejar. De repente, la letra de la canción le dio una idea, y solamente rezó para que SeokMin le siga el juego.
~Tan jóven que si me atraparan, me arrestarían~
Desabrochó su cinturón de seguridad mientras la canción seguía sonando.
-Dino, ¿qué estás haciendo? - el conductor lo miró de reojo.
~Labios relamidos, gatita con un látigo, así que desvísteme, desvísteme~
El menor se giró un poco en el lugar y comenzó a tocar la pierna de SeokMin, poniéndolo tenso al instante, y acarició el espacio que sobraba hasta su rodilla, con la pregunta al borde de la lengua.
-Perdiste otro turno por preguntarme qué estoy haciendo - sonrió malicioso viéndolo.
Estaba deleitado por la imagen: su hyung estaba nervioso pero expectante por su próximo movimiento.
~Hey, linda, linda, con los ojos dulces, dulces~
-Chan, estoy manejando, no hagas cosas estúpidas. Volvé a ponerte el cinturón.
El nombrado se enojó por escucharlo pronunciar su nombre. Su castigo fue subir su mano hasta el interior de su pierna, rozando una zona peligrosa que aumentaba su tamaño considerablemente.
~Ordéname otro pedazo de tu pastel~
La canción ayudaba a Dino y comprometía a SeokMin. El conductor no estaba incómodo, pero estaba debilitado. Quería parar en un costado de la autopista y poner a Dino en su lugar, pero en las autopistas no había estaciones de servicio ni paradores, así que se encontraba a su merced mientras las caricias seguían. Ahora apretaba su muslo, y sus manos no estaban atadas, pero no podía abandonar el volante.
~Niña caliente, siempre camina detrás de ti para tener la vista trasera~
-¿Hyung? - Dino se acercó a preguntarle en la oreja - ¿Te hace sentir más cómodo si te llamo así?
SeokMin puso toda la concentración que pudo encontrar en cada rincón de su cerebro en el volante, así que no pudo procesar bien o contestar la pregunta.
-Ah, no digas nada - siguió en un susurro, seguía acariciando su muslo - parece que alguien ya respondió por vos - comenzó a acariciar la entrepierna de SeokMin y éste sólo deseaba fallecer antes de que alguien de tránsito note lo que estaba pasando.
~Bebé, bebé, explotas mis fusiles cuando te veo caminar~
-Dino, ya no sigas. Basta.
-Pero me tengo que ocupar de esto - tocó dos veces con el dedo la punta que se notaba por encima del pantalón negro, SeokMin cerró los ojos por un microsegundo. Quería seguir manejando tranquilo.
-Voy a manchar tu ropa.
-La ropa se lava.
-Por Dios, Dino, vamos a tener un accidente. Uno de tránsito, por si pensabas en otro tipo. Basta.
Eran excusas. Estaban prácticamente solos en la autopista, había como máximo tres autos. La autopista era recta y fácil de circular. Seokmin quería hacerlo, pero a la vez quería mantener sus ojos en el camino.
~Diecinueve, bailarina seductora, chica de pacotilla~
-Me queda un turno, Min - Dino se acomodó mejor para poder bajar hasta la entrepierna de su hyung y poder observar mejor su erección. Siguió acariciando y se detuvo en el botón. Le prendía bastante verlo así de nervioso, y el hecho de estar haciendo algo que los ponía en peligro. Pero quería respetar al mayor, desde que admitió sentirse incómodo tiene miedo de empujarlo a hacer algo que no quiere. Sin más, preguntó - ¿Puedo hacerlo?
Seokmin moría porque lo haga. Era riesgoso, pero estaba entregado al menor de todas formas: manos al volante, ojos en el camino. Dino ya estaba inclinado y listo, esperando por el sí.
El mayor miró el celular del pelinegro que estaba en medio del parabrisas. Quedaban unos veintisiete kilómetros. Suspiró profundo y lanzó un «si» al aire, ronco pero seguro. Sintió que el menor le desabrochaba el pantalón y bajaba su boxer como podía, y se estremeció cuando comenzó a jugar con sus manos y boca.
Quedaban veintisiete kilómetros muy largos.
YOU ARE READING
• Hello I'm Eighteen • [SeokChan - DK X Dino]
FanfictionSeokmin se aburría constantemente en su turno de noche atendiendo un minisuper, pero un cliente cambia su suerte. Chan no es tan prudente como el mayor espera. {JunHao como ship secundario} Capítulos correlativos y en orden, inspirados en canciones.
🚗 • 5 • 🗺
Start from the beginning
![• Hello I'm Eighteen • [SeokChan - DK X Dino]](https://img.wattpad.com/cover/135375450-64-k939134.jpg)