• Hello I'm Eighteen • [SeokChan - DK X Dino]

🍻 • 2 • ☔

No me digas que es un pecado
si dejó que vengas y me abraces
Sé que está mal que quiera estar en tus brazos
Pero esta noche estoy tan sola

Hey Violet - «Unholy»

SeokMin se acerca un tanto nervioso a Dino que se para desde el borde de la vereda en el cual está sentado. Las nubes amenazan con precipitar en cualquier momento, y el menor le alcanza una botella que saca de la bolsa de plástico al mayor.

-Casi arruinás mi ruptura dramática - le sonríe mientras la botella desaparece de su mano y es abierta por SeokMin - si no me emborracho comiendo basura, ¿cómo voy a pasar la noche de mi ruptura amorosa?

-¿Comiendo helado? - SeokMin se saca el pico de la boca - ¿Viendo dibujitos? - se limpia el rastro de cerveza con la manga del uniforme de trabajo - ¿Yendo al pelotero? No lo sé, Dino, ¿haciendo cosas que la gente de tu edad hace cuando se siente triste?

Dino le propina un amague de puñetazo y lo mira con esa cara de sicario que siempre le mostró.

-¿Cómo puede ser que un año te de tanta valentía para tratarme así, eh? - abre una botella y la prueba, cuando termina, sigue - ¿Nunca hiciste algo así?

-No - se ríe - hay gente prudente en este mundo, ¿sabías?

-Sí lo sabía - comenta riéndose también - si sos uno de ellos - lo señala con el dedo índice mientras sostiene la botella con el resto de la mano - estoy muy feliz de venir a salvarte.

-Yo estoy preocupado, más que nada.

-No deberías - le da otro trago a la botella - Ustedes siempre tan preocupados por todo. Lo peor que te puede pasar es morirte, ¿qué hay de malo con morirse? - comenzó a caminar hacia el norte.

-¿No vivir más? - SeokMin apura el paso y se pone a su par.

-¿Y qué tiene de fascinante vivir?

SeokMin quiere pensar una respuesta, pero no tiene una. Él sólo trabaja y paga sus impuestos, y mira vídeos de gatos en Youtube si su agenda se lo permite.

-¿Te comió la lengua el gato, o me estás dando la razón? - Dino sonríe. Consume su cerveza como si no hubiera un mañana, probablemente porque no desea que haya uno.

El aludido se queda callado y mira un punto en el piso mientras medio sonríe y le sigue el paso a su compañero con la botella todavía en la mano.

-¿No era que no te gustaba la cerveza? - pregunta Dino.

-Lo dije para responder algo en la discusión. En realidad me gusta mucho.

-¿Tenés marca favorita?

El mayor niega con la cabeza.

-¿Fumás? - pregunta el más alto.

-No, no llego a ese nivel de suicida. Preguntaría si vos lo hacés pero asumo automáticamente que te da miedo el cáncer.

Dino tiene una personalidad mucho más imprudente y dramática de lo que SeokMin esperaba. Honestamente sí esperaba ser su amigo algún día, sí esperaba hablar de estas cosas caminando o en el sillón de su casa viendo una comedia americana. Estaba muy lejos de su mente la idea de que se empezaran a hablar de esta manera. Ni siquiera puede creer que estaba escapando de su horario laboral.

-¿Es muy tarde para volver al minisuper y agarrar helado? - le comenta Dino.

-¡Si! - le responde un SeokMin tan incrédulo como divertido - ¡Está cerrado!

-No debería, dice el cartel que están abiertos las veinticuatro horas - ahora no aguanta la risa y se permite sonreír, rompiendo la seriedad que quería aparentar.

SeokMin se ríe un poco más fuerte y le empuja el hombro.

-¡Andate a la mierda!

-Es exactamente a donde estamos yendo - le dice el menor, riendo también, y dándole otro sorbo a la cerveza.

Siguen caminando unos pasos mientras las risas se apagan. Dino se acerca un poco más a su mayor, y le agarra la mano, a lo que SeokMin responde con un salto y se da vuelta para mirarle.

-¿Qué pasa? - se defiende Dino.

-No... No me agarres la mano...

-¿Por qué?

-Eso es gay, Dino.

-¿Y?

SeokMin quiere contestar, pero las preguntas que indaga su menor le obligan a contemplar los detalles de los que se priva por creer en palabras ajenas. Si le hace sentir bien, no debe tener etiqueta.

-Segunda mordida de lengua de la noche - retruca el menor - Dame la mano, no seas tincho.

El cajero se pregunta por qué está haciendo esto, por qué duda tanto al entregarle la mano, pero más que nada, por qué disfruta tanto de la sensación que le proporciona el otro cuando entrelaza los dedos con los suyos.

Comienza a llover, pero ninguno de los dos deja de caminar. Ninguno de los dos se altera, ninguno de los dos corre a refugiarse en un techo pequeño. Caminan como si la lluvia no estuviera pasando, como si el frío no existiera, como si las nubes no los siguieran. Caminan con las botellas en las manos.

-¿Al menos podés decime Hyung? - pide el mayor.

-No - le da un último trago a la botella que sostiene con la mano contraria a la que agarra su mano, que también tiene la bolsa de plástico con la lata de Pringles colgando de la muñeca.

-¿Por qué no?

Dino sonríe.

-Porque no tengo ganas - dice, y deja la botella de vidrio en el borde de la ventana de alguna casa.