• Hello I'm Eighteen • [SeokChan - DK X Dino]

🍔 • 4 • 🍹

No me importa lo que haya en tu cabello
Sólo quiero saber lo que hay en tu mente
Solía decir que quiero morir antes de envejecer
Pero por ti, tal vez piense dos veces.

Twenty Øne Pilots - «We don't
believe what's on TV»

El cajero despertó y quedó viendo su uniforme desde la cama por, al menos, unos sólidos diez minutos. Tenía los ojos tan abiertos como podía, y ahora que tenía el sueño cargado pudo pensar con claridad los hechos.

    Había aceptado dormir con un extraño. En el sentido literal de la palabra. No lo violó ni él al otro, pero se quedó en la casa de éste. Tenía puesto un buzo azul estirado que le pertenecía al que vive allí. Tenía la mejilla pegada a la almohada, todavía mirando al uniforme, de espaldas a Dino, que lo mira sin siquiera sospechar que el mayor ya está despierto.

    Quiere acariciarlo. Incluso su espalda se ve magnífica. Apenas un par de mechones chiquitos y débiles le cubren la punta de la oreja, y el resto del cabello le brilla castaño al pegarle los rayos de luz que atraviesan los agujeros de la persiana.

    Dino se deleita ante la imagen, pero tiene miedo de tocar a SeokMin. La palabra «incómodo» seguía rondando su mente, y ya no quería hacer sentir así al mayor. Pensó que tal vez estaba arrollándole con demasiadas cuestiones. Entendía que era diferente, que confiar en extraños no es algo que la gente normal como SeokMin haga. Tal vez esta sea la primera locura que haga, y no quería arruinarlo por exigirle más confianza, aunque para lo que el imprudente Dino acostumbra sea poco.

    Pero es difícil resistirse. El menor lo mira con el antebrazo apoyado en la almohada y la cabeza apoyada en la mano. Su otro brazo lucha por mantener su mano controlada y alejarlo de la espalda del mayor. Se pregunta desesperadamente en qué está pensando, quiere saberlo, necesita saberlo. Pero se ve tan lindo. Su cerebro batalla la guerra más intensa que alguna vez tuvo por evitar una estupidez.

    Pierde. Todos sus sentidos pierden, y su impulso gana. Su dedo índice recorre débil los pliegues del buzo en la espalda del otro, y SeokMin se estremece un poco al notar el contacto, pero también entristece cuando Dino para. Ante la quietud, el menor sigue. Desliza el mismo dedo en posición ascendente y descendente. Se detiene en los lugares precisos, no se excede en ningún momento.

    SeokMin aleja sus preocupaciones cuando el menor lo toca. Le gusta «despertar» de esa forma. La luz era tenue y débil, reflejando cómo se siente él en ese momento. Sigue aprendiendo de la actitud del menor, pero cuando lo somete así no puede hacer nada más que sonreír. Su comisura se hace visible ocupando parte de su cachete, Dino lo nota y sonríe también. Le gusta satisfacer al mayor.

    -¡Dino! - un grito masculino se escucha desde la cocina y las caricias cesan - ¡Si seguís despertándote a esta hora sin comer te vas a morir! ¡Vení a comer algo o voy y te fajo!

    A SeokMin se le escapa una risa y Dino ahora sabe que está despierto.

    -¿Querés ir a comer algo?

    -Creo que si no vamos a tu hermano le va a dar un ataque.

    Seguían de espaldas manteniendo esa conversación corta. Seokmin sintió a Dino levantarse desde el otro lado de la cama y lo imitó. Lo detuvo en la puerta, cuando Dino tenía la mano en la perilla.

    -¿Tu hermano sabe que estoy acá?

    -A mi hermano no le importa que estés acá.

    SeokMin no se sentía muy bien porque su hermano no lo sepa, pero pensó que debía alcanzarle a su nuevo yo. Dino abrió la puerta y salió caminando a la cocina, el otro lo siguió.