¿Y si Wattpad Fuera un Chico?

15. Chocolate para el corazón

Tengo unos cólicos horribles y Will no ayuda.

  — Guarda silencio, linda. No quiero problemas con los vecinos por tu escándalo — dice poniendo su índice sobre mis labios. 

  — ¡Sal de mi cuarto, imbécil! — grito lanzando una mordida a su dedo apestoso. Uno ya no puede sufrir a gusto.

— Tranquila. Te prepararé algo de chocolate. 

— Eso es un mito.

— ¿Entonces café? 

—¡¿Acaso quieres matarme?! Quiero té y un trapo caliente — sollozo en mi almohada. 

Will es mi niñero sexy.  

¿Cómo pasó esto? Pues resulta que papá y Palmer decidieron salir todo el día, y Jasper (mi hermano con nombre de lagartija) consiguió novia y salió con ella, lo cual es un alivio porque no me gustaría quedar atrapada en una historia de "enamorada de mi hermanastro". Creo que eso sería casi tan malo como un "enamorada del vecino", independientemente de que sea Will o Quentin. El punto es que de pronto decidieron que no querían que me quedara sola y optaron por contratar a alguien mucho menor que yo, para que me cuidara. 

Mi alma se consume por el dolor cuando Will llega con una taza de té y mi trapito caliente. Me incomoda que él me esté atendiendo, sobre todo cuando ni Roy —Roy, el que pasa cada minuto de su vida conmigo —se entera cuando mi útero sangra. Pero a Will parece no importarle, como si, a excepción de lo del chocolate caliente, estuviera acostumbrado a cuidar chicas adolo... Maldito cliché. 

— Es completamente culpa tuya — murmuro a punto de darle un sorbo a mi té —. A mí nunca me pasa esto. Yo soy anti cólicos.

— ¿Querrás una pastilla? — pregunta rodando los ojos. 

— No. Son para débiles — Will hace una mueca de exasperación —. Una vez le di una a Roy — sonrío débilmente —. Le dolía mucho la cabeza, así que se la di. Le afectó psicológicamente porque se puso bipolar. Después se asustó porque creyó que se haría mujer, y no dejaba de preguntarme si sus bubis estaban creciendo.

Will rompe en carcajadas.

— Es verídico — digo.  

  — ¿Has pensado en escribir? — pregunta de golpe.

— ¿Qué? Claro que no. Yo no tengo... eso. 

— ¿Por qué no? Tienes muchas anécdotas. 

—¿Y eso qué? No tengo algo que decir. 

 — De acuerdo, cambiaré la pregunta — invade mi cama acostándose a mi lado —. ¿Por qué no has publicado ninguno de los borradores que hiciste en Wattpad? 

Mi sangre abandona a mi útero para arremolinarse en mis mejillas. ¿Cómo no pensé en eso? Debió saberlo desde un principio. 

—¿Lo has visto? —pregunto completamente avergonzada. 

— Por supuesto. Cada bosquejo, cada palabra, pero siempre lo borras. ¿Por qué? 

— ¿Hablas en serio? Pareciera que no leíste a Endlesscurl, a Ross N., o a Zelá Bambrille. ¡Míralas! Digo, léelas. Wattpad... tú... No, Wattpad, ¡eso! Necesita escritores así. Yo no sé ni cómo empezar un capítulo. No tengo nada que decir, ni historias que contar. 

  — ¿Y eso qué? ¿Viste "Oh, Andrés"? No es una historia, y está genial, a todos les encanta.

— Eso es diferente — pongo la taza en el buró y giro hacia Will —. Me gustan las historias, y si yo escribiera, haría una.