¿Y si Wattpad Fuera un Chico?

5. Roy, mi auto y mi miserable pobreza

Descargué 8 pdf's y sólo conseguí meterle virus a mi celular. Ahora creo que tendré que releer mis cuentos infantiles volumen 1, 2 y 3 para no volverme ignorante y falta de letras. 

Hoy es viernes, lo que significa que tengo que ver a Will para hacer el proyecto. Él quiere venir a mi casa, pero yo no quiero su sucio trasero aquí otra vez, sonriendo de una forma como si esperara que le trajera cojines de seda, velas aromáticas y un té relajante; viéndome como si debiera invitarlo a conocer toda la casa y llevarlo a ver tu habitación. Nelson, ese men no vuelve a entrar aquí. 

Es un alivio que Roy siga siendo tan Roy cuando llego a la escuela. El resto del alumnado ahora pareciera pertenecer a Keeping up with the Kardashians. Incluso Candace... no la reconocería si no hubiera presenciado su metamorfosis. 

Al verme, ella me saluda con un fuerte abrazo, ahora tengo más que claro que no, ya no tiene cuerpo de niña. Incluso me duele abrazarla. 

  — ¡No sabes qué pasó! — exclama con emoción. 

— ¡¿No vino la profa de economía?!

— ¡Mejor! 

No me imagino nada mejor.

—Scott Davis me invitó a salir — chilla con emoción. 

  — ¿Y ese quién es? — pregunto — ¿Y de dónde viene? Nadie se llama Scott. 

  — Scott, del que te he hablado desde que llegué. 

— Cuando tú llegaste, sólo hablabas de lo fastidioso que era tu primo desde que ve Peppa Pig  — hago un sonido de cerdo para recordárselo. 

—Como sea. Me pidió que saliéramos hace rato. Fue algo extraño; yo me estacioné y él llegó y escribió "¿Cita?" en el vidrio parabrisas. Ahora sus dedos están marcados y tendré que ir a lavarlo, pero no importa. Fue tierno. 

—¿Desde cuándo tienes carro? 

—¡Pues es el beetle amarillo! 

Un puño se envuelve al rededor de mi corazón al escuchar eso. Lo único que se me ocurre hacer es buscar las llaves en mi mochila. No están. Tampoco en los bolsillos de mi falda, ni en el casillero. ¡¿Dónde están mis llaves?! 

Corro fuera del edificio y busco el lugar donde me estacioné esta mañana. No hay nada. En cambio, la moto de Will ocupa el lugar, y al lado se encuentra  un beetle idéntico al mío, pero con la palabra "¿Cita?" en el parabrisas. 

—No... —murmuro — ¡No! ¡Ya no lo soporto! ¡¿Qué hice yo?! ¡¿Cuál es la lección?! —me dejo caer sobre el cofre del auto — ¡Yo te amaba! 

—¿Qué haces, Jasper? —pregunta Candace con una mueca. 

Me enderezo y camino hasta ella. Sorbo mis mocos , limpio mis lágrimas, y entonces la miro. Ella me observa como preguntándose de dónde sacó una amiga como yo, ¿y qué puedo hacer? Todo lo que en verdad amo me ha sido quitado. 

Hago el sonido de cerdo y me alejo. 

—Bugs —me alcanza lo que se supone que es Quentin — Perdóname, no podré llevarte de vuelta a tu casa. 

—¿Qué? 

—No me odies. Iré con Britney después de clases. Pero puedes decirle a Will que te lleve, también le queda cerca tu casa —forma pistolas con los dedos, esperando que me ría de su patético chiste. 

—¿Tú me trajiste? —pregunto. 

—Sí, y te recuerdo que subiste tus sucios zapatos al asiento de mi hermosa Abby.