Un toque ligero en la puerta interrumpe mi inspiración haciendo que chasquee la lengua en frustración, de verdad espero que sea importante. No quiero perder la idea.

—Adelante —digo tratando de retomar donde iba sin levantar la vista para nada, lo más seguro es que sea Liz trayendo esos papeles que Bastián me debió mandarme ayer o incluso él mismo para conversar un poco, por ello me sorprendo bastante cuando escucho la voz de la persona que acaba de entrar, porque de todo aquel que podía aparecer por mi oficina, él es el que menos pensé.

—Acá está mi parte de la campaña. —La tomó y lo miró a los ojos, no se tomó la molestia de traerlo solo porque sí.  

—Me lo podrías haber mandado por correo —digo algo incómoda acomodandome en mi silla.

—Tienes toda la razón, me ahorra verte la cara. —El idiota hace una mueca de desagrado que solo me hace voltear los ojos ¿puede ser mas inmaduro? Me vale mierda no parecerle atractiva. —Pero entonces no habría podido decirte lo que quiero.

—Ve al punto Esteban, algunos si trabajamos, estoy muy ocupada como para aguantar tus ataques de celos. —El hombre ríe de manera seca y sin nada de humor para luego sonreír de esa manera asquerosa que me causa escalofrío.

—Bien jugado niñita, acostarse con él jefe para conseguir un puesto. —Al salir las palabras de su boca un sabor amargo se crea en mi garganta ¿Qué se cree este idiota? —Toda la oficina se dio cuenta que eres una puta barata, no te debe quedar mucho ya, cuando Bastián se cansé te mandará a descansar a casa.

—De verdad que cada día me sorprendes más tú complejo de inferioridad, es tan grande que tienes que venir a mi oficina a hacer el ridículo. —Lo veo apretar los dientes y solo puedo sonreír de satisfacción, ese hombre tiene la ética laboral por los píes no entiendo su punto al venir hasta acá a decir tonterías. —No eres malo en lo que haces Esteban, pero si aburrido y repetitivo, por eso me contrataron para dar un aire docente a lo que siempre das.

—Tú trabajo es una mierda mocosa estúpida —Dice molesto golpeando mi escritorio haciéndome sobresaltar un poco, sonrió para demostrarle que no le temo, que no puede venir hasta mi oficina para hacer este espectáculo.

—Siguete diciendo eso a ti mismo para sentirte bien. —Me levantó y caminó hasta la puerta abriendola para él. —Ahora te invito a irte de mi oficina e ir a la tuya a chuparte el dedo mientras te consuelas a ti por ser un inútil. —Puedo jurar que escuchó sus dientes rechinar mientras pasa por mi lado y sale de mi oficina, es hasta ese momento que notó a Liz parada frente a la puerta con expresión sorprendida. —Liz, lamento que escucharás eso.

—¿De qué hablas? Eso ha sido épico. —Ríe mientras le invito a entrar. —Te traigo los papeles que Bastián te debía. —Me los entrega y los coloco sobre la pila que debo revisar —¿Que hizo el idiota para que te enfadaras así? —Tomo asiento mientras hago lo mismo y suspiro fuerte, mi dolor de cabeza simplemente aumento.

—Me dijo que toda la oficina cree que soy una regalada y que tengo mi puesto por acostarme con Bastián. —Lo peor del asustó es que entre Bastián y yo no ha pasado nada más allá que besos, eso lo hace más frustrante.  

—Es un idiota Sam no le prestes atención ni a él ni a nadie, sabemos que no es así, tú trabajo es excelente y mereces estar en la empresa. —Le sonrió porque aunque sea alguien no cree esa barbaridad, pero aún así me siento triste y  duele mucho que otros piensen así de ti.

—Gracias Liz, dile a Bastián que revisaré esto y antes de irme paso por su oficina para entregarle el trabajo final. —Ella asiente y se levanta la veo salir de la oficina, hoy definitivamente está siendo un día de mierda.

Miel, Venezuela

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Miel, Venezuela. 7/01/18, 1:22 am

Editado: 29/08/21 7:17pm

¿Cómo están bebés?
¿Les gustó?

Les tengo algo que decir —suenan tambores—

Sinceramente quedan menos de 10 capítulos de esta historia, estamos en la etapa final. 😳

Así que estén preparados para lo que se viene.

Nos vemos el próximo domingo.

RenacerWhere stories live. Discover now