Mal augurio

23 1 0
                                    

Pasaron muchos meses tras mi entrada a los Dawn Reaper. Entrenaba diariamente, cumplía misiones, algunos de clase normal, como investigar zonas, otras tan bajas como limpiar los platos de todo el día... pero no dejaban de ser misiones. Poco a poco, pude ir haciendo mejoras referente  a mi magia: podía controlarla de mejor manera, podía dirigirla y formar nuevas combinaciones. Sin embargo, después de aquel día en mi casa, no pude volver a invocar mas mi Blade Soul, y tampoco podía utilizar una sacred Sword debido a que tampoco tenia el nivel para dominar una gran cantidad de magia. Llevaba meses intentando volver a sentir aquella voz en mi interior, pero no hubo ningún resultado. 

-No te desanimes- me dijo Carl mientras entrenábamos en el patio exterior de la base- no muchos consiguen su Blade Soul después de poco tiempo de haberla invocado. Intenta ver qué es lo que te impulsó a invocarla, quizás allí encuentres respuesta.

La verdadera situación era que estaba en un momento de vida o muerte. Era lo único que tenia claro pero... aun seguía consternado. Estuve varios días hablando con el grupo y cogiendo mas confianza con ellos. Todos tenían sus problemas, sus propias cruces, sus propios problemas. Sin embargo, cada uno se cortaba al hablar de ellos. Tampoco les culpo. Sigue siendo parte de su historia. 

Descubrí que los Dawn Reaper estaba dividida en diferentes facciones y cada una, tal y como los describían en las noticias, portaban una mascara que les identificaba. Yo, en cambio, al no participar en las misiones importantes, aun no tenia que portar máscara. Pero aun así había algo que me estaba intrigando

-Galio, ¿hay alguna novedad en mi ciudad des de mi desaparición?

-Han habido varias patrullas buscando por tu zona. No se si será por el gran poder que liberaste aquel día pero ya han dejado de buscar. Entre esa patrulla estaba un alto mando, pero esta vez de los de verdad. 

No podía estar seguro al 100 %, pero algo me decía que era el padre de Bairon y su clan. De todas formas, estaba seguro que tarde o temprano acabaría por encontrarme con mis amigos. Y el presentimiento que tenia no auguraba nada bueno

-Se que no hago misiones de gran importancia, pero quisiera que me dieseis una mascara

Tras explicarle los motivos, Galio no dudó ni un segundo en aceptar mi petición. Sin embargo, sabia que eso solo daba mas tiempo a lo que estaba destinado a ocurrir. Ahora mismo tanto Bairon cómo Lucy estaban en el bando contrario. Ambos pertenecían a aquellos a los que calificaba como enemigos. Era solo cuestión de tiempo que todos nos reunamos de nuevo. Perdí la pista de Trento al primer mes de entrenamiento. Lo único que sabia es que el campamento fue arrasado, pero en ese momento todos estaban fuera, por lo tanto no hubo ningún herido ni muerto, por lo que di por hecho que estaba bien. 

-De nuevo en el limbo- dijo Lara mientras me veía sentado en el patio exterior- siempre te veo meditando aquí arriba en tus ratos libres. ¿en que piensas exactamente?

-Pienso en todo y en nada- dije acompañado de un suspiro- me resulta increíble que haya pasado medio año tras todo lo ocurrido. A veces pienso que estoy soñando y que pronto sonará ese bendito despertador

Todos los días deseaba que eso sucediese, pero, por desgracia, sabia perfectamente que eso nunca iba a suceder. Que esa alarma, des de aquel día, nunca mas volvería a despertarme como lo solía hacer hace mucho tiempo

-Todos seguimos esperando ese despertador, al decir verdad- dijo Lara un poco mas seria de lo normal- todos seguimos esperando a que todo aquello que nos ha sucedido sea una mentira, que todo aquello que hemos sufrido solo sea una pesadilla. Pero te das cuenta que aun siguen doliendo las cicatrices. Y te despiertas con ellos, ves que cada día escuecen y muchos otros duelen. 

En el límite del bien y el malWhere stories live. Discover now