Cap. 24

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Flashback:

Cole había entrado al instituto con un mal humor que podía percibirse a kilómetros de distancia. Desde ayer, cuando había amenazado al heredero de los Eastwood para luego abandonar la mansión de un portazo, ya había supuesto que su día sería un completo asco. Después de todo, Dylan Eastwood era muy respetado y no creía que le cayera en gracia el que un novato como él lo hubiese enfrentado de esa manera, o más bien... que lo hubiese puesto en su lugar de esa manera. Pero lo que más lo enojaba era que no se arrepentía, tenía razón en todo lo que había dicho. El castaño había logrado manipularlo, y a su vida como si fuese de su pertenencia, él no había dicho no, pero la manipulación que utilizó para llegar hasta estar con Skyler no dejaba de ser algo de pésimo gusto, y según su opinión, por lo menos si fuese ella y se enterase, imposible de perdonar. Persuadir a tu mejor amigo para acostarse contigo, decirte que no quiere tener nada, terminar esa amistad y luego aprovecharse de aquel tremendo dolor para poder acercarse de una forma amorosa hacia a ella. Vamos, era terrible. Por lo que el tener que soportar al pequeño adolescente millonario en ese momento no era muy de su agrado, y preferiría el poder evitarlo, aunque sabía que en realidad eso duraría muy poco.

- ¡Hey tú! - Una voz conocida a su costado lo sacó de entre sus pensamientos. 

Era Max, alzó una ceja hacia él. 

Digamos que desde que se había integrado a esa especie de grupo, que era más como un séquito de Dylan Eastwood, Max nunca o casi nunca le había dirigido la palabra, si hasta su apodo para él era"novato" y jamás se dignaba a llamarlo por su nombre. Por lo que se sorprendió enormemente cuando se acercó hacia a él con intenciones de... ¿conversar? No, eso sería imposible. ¿Acaso Dylan lo había mandado para intimidarlo por lo que había sucedido ayer? El sólo hecho de imaginarse algo semejante lo hizo ponerse a la defensiva. Se cruzó de brazos y frunció el ceño. 

- ¿Qué? - Preguntó algo brusco, sin poder controlar su temperamento. 

Este rió abiertamente.

- Relájate, vengo en son de paz novato. 

El rubio entrecerró los ojos, desconfiado. 

- Quería decirte que te respeto por cómo le hablaste ayer a Dylan. Quedé impresionado, y no fui el único, creo que él también. 

- ¿Qué? Espera, ¿no está enojado? 

- Mhmm... muy alegre no puede estar, pero tienes agallas y eso es algo que Dylan Eastwood siempre valorará, y yo también. Te has ganado nuestro respeto. Creo que hiciste bien en decirle lo que le dijiste, porque puede que la hayan jodido pero sabe que no eres como los otros, no se atreverá a hacerte lo mismo de nuevo. Tendrá en consideración el que no eres alguien a quien pueda usar como se le antoja y según su conveniencia. 

Cole lo miró con ojos fríos, aún sin creérselo. Si había algo que todo esto le había enseñado era el no creer hasta no ver los hechos, y a estar más alerta que nunca, porque puede nada sea de la forma en que te lo pintan. Toda popularidad tenía un costo le habían dicho, el suyo le había salido muy caro y encima debía tolerar ver a la persona que había destrozado todos los días, de la mano de quien tuvo la idea de que lo hiciera. 

- ¿Y se supone que debo creerte?

- No en realidad. Soy una persona honesta, Rivers. Todos lo saben, pero tú no me conoces. Así que no tienes por qué creerme y tienes todo el derecho de desconfiar, pero sólo quería decírtelo. - Se encogió de hombros, con una sonrisa amigable en su rostro. Se dio media vuelta y comenzó a caminar por el amplio corredor. 

- Si tanto te impresionó... - Comenzó el rubio, haciéndolo detenerse a escucharlo. - ¿eso significa que dejarás de llamarme "novato" de una vez? 

Olvídate de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora