Despierto (LGBT)

16. salty

- ¿Quieres agua?

Aquella pregunta hizo que los ojos azules viajen por la mesa para encontrase con los verdes de Edgar.

- No, gracias.

Alex estaba nervioso no entendía que hacía aquí, en la casa de Edgar, sentado en uno de sus sofás, y aún sorprendido por ver a Ewan en el sofá de enfrente.

Habia pasado un día desde el alta en el hospital, aquella noche fue dura, sabiendo que la persona que estaba a su lado era su madre, y no su ex-pareja, pero poco a poco iba atando cabos del por qué estaba tan comprenetrado con Edgar.

La noche anterior, mientras se preparaba para ir a dormir, después de limpiar todo el desorden en su casa, recibió la llamada de Edgar invitándolo a su casa para hablar de un tema importante y de necesaria presencia.

Había llegado hace diez minutos, y por la pose nerviosa del anfitrión y la constante mirada al reloj demostraba que no iban a ser solo tres personas en la conversación, sino cuatro.

Tras un minuto más de espera, sonó el timbre, Edgar se movió del sitio hacia la puerta, estaba nervioso, se imaginaba que la charla de estos momentos sería algo larga.

- Hola hijo, ¿cómo estás? - La mujer lo abrazo con efusividad, pero al no recibir respuesta se separó extrañada. - ¿Qué ha pasado? ¿Está todo bien?. - Se giró hacia el interior de la casa buscando a alguien. - ¿Y Caleb?

La mujer continúo mirando por la casa hasta llegar a ver una cabellera rubia, al reconocer quien era se detuvo, se giró de golpe mirando el rostro serio de su hijo, pero un ruido la volvió hacia los sofás, viendo como un joven que conocía muy bien se levantaba.

- Alex.

- Hola, señora Payne.

Se acercó con buen ánimo para dar dos besos a la mujer, se separaron cuando Edgar pasó a su lado.

- Madre, por favor, tome asiento.

Edgar movió el pequeño blanquito que se encontraba al costado del sofá, así teniendo en frente a su madre, a su derecha a Alex y a su izquierda a Ewan.

- ¿Por qué tanta formalidad? - Lucia asustada, evitando mirar a Ewan. - ¿Ha ocurrido algo?

- Quiero preguntarle algo madre, ¿recuerdas la principal norma de papá en casa? - La mujer asintió. - Bien. - Limpió el sudor de sus manos sobre el pantalón de chándal que tenía. - ¿Por que sigues estando aquí?

- ¿Qué? Hijo... No te entiendo...

- ¿Qué has venido a hacer aquí? - Edgar al ver que la mujer no respondía, continuó hablando, mientras levantaba su mano izquierda. - Conoces a Ewan, ¿verdad?

Angie continuaba sin mirar al rubio, pero cuando escucho su nombre por la boca de su hijo, lo miró de reojo.

- ¿Qué está pasando?

La voz de Alex sonó fuerte ante toda la confusión, miró directamente a Edgar esperando una respuesta, ante la llamada de atención Edgar observaba a su madre esperando una respuesta.

- Madre, por favor habla.

- Por favor hijo, no me hagas esto. - Lo miró con suplica.