Dura Soledad - MariChat

Capitulo 39: Viejas Amistades

POV Adrien

Estas últimas semanas se habían convertido en las mejores de toda mi vida, casi se podría decir que me sentía entre las nubes. Mi padre estaba ocupado con otros asuntos por ende no me molestaba, mi trabajo iba de maravilla y sobre todo Marinette... Ella me hacía olvidar todos mis problemas, con un solo beso borraba mi estrés y tristeza, tenerla cada noche junto a mi se había convertido en un hábito que me convertía en un hombre nuevo y totalmente diferente...pero las cosas se comenzaron a complicar ahora que ella quería saber quien era en realidad.
Luego de pensar durante tantas horas a lo largo del día cual era la mejor manera de confesarle mi identidad acabé con migraña y un humor negro.

El pitido agudo del teléfono me hizo volver a la realidad. Lo tomé de mala gana y acepté la llamada, pero antes de siquiera preguntar quien era la voz chillona de Chloe me recibió.

-Querido! Tenemos un problema -Me llevé una mano a los párpados con impaciencia.

-Chloe, no me llames así y no es asunto mio tus problemas -Respondí.

-Pues veras...-Continuó sin siquiera haberme prestado atención -Resulta que invité a mi fiesta a una...ehh...una amiga, supongo. Ya, resulta que ella y su hijo vendrán y necesito que le compres alguna cosa de niños.

-Acaso crees que soy tu esclavo o que? -Dije molesto -Ve tu y compra.

-Pero estoy ocupada...ademas me imagino que le vas a comprar un obsequio a Lottie, verdad? -Un silencio se asentó en la línea -Adrien! Si no lo haces le romperás el corazón.

Tomé mucho aire y di un suspiro pausado antes de responder.

-Bien, yo me encargo -Acabé por decir -Pero no creas que voy a quedarme hasta el final de esa fiesta.

-Tengo la leve sospecha de que si lo harás -Soltó una risita cómplice que solo me hizo poner los ojos en blanco -Te veo el 24!

-Adiós -Respondí antes de finalizar la llamada.

Como si mi día no fuera lo suficientemente complicado ahora debía visitar una maldita juguetería.

Entre refunfuño y refunfuño a medida que me sentaba en el asiento de conductor una idea fugaz atravesó mi mente. Tal vez podría encontrarme con ella en Navidad siendo Adrien y, sin la necesidad de usar palabras, podría revelárselo con un obsequio.
Debía ser algo que la sorprenda pero que no la haga perder los estribos...algo delicado y que nos representara a ambos.

Mi mente aun volaba por los cielos cuando noté que ya me encontraba cruzando el umbral de la enorme tienda repleta de juguetes.
De manera perezosa tomé un carro y deposite mi peso sobre mis codos mientras caminaba por los pasillos atiborrados de personas buscando los regalos indicados para sus niños. No logré imaginar a Marinette eligiendo un juguete para Louis con el pánico en su rostro como el resto de las madres que se hallaban allí.

Me dirigí al pasillo de muñecas y luego de observar algunas tomé la que pareció mas indicada para Charlotte y la dejé caer en el carro.

-Esa es una opción muy buena -Dijo una joven sonriendo ampliamente a mi lado -Debe tener experiencia eligiendo muñecas...su hija le encantará.

No quería ser grosero y responder mal pero aquella muchachita me seguía a muy corta distancia mientras yo seguía observando los estantes.

-No tengo niños -Respondí sin mirarla mientras me adentraba en una zona completamente diferente a la que solía visitar en estas fiestas, la zona de niños.