Muerte.

125 18 2
                                    

Dedicado a pequeño cordero: corderito01

Olor...

Tanteo entre tus labios...

Tiento mi suerte...
Girando la pequeña ruleta en sintonía a mis pensamientos,
saboreando el frío del cañón,
cierro los ojos y muestro el desgarre que provocas en mí.
siendo el protector de tus sueños, en mis desvelos.

Me pediste que lo hiciera,
que por fin acabara con tu asco.
Así que lo hice, me asesiné,
asesiné esa parte de mí...
Esa parte que eras tú....

Estaba en frente a mí urna,
la herida en mi costado llamaba con urgencia de ti, junto a mis rimas.
A ti poco te importó,
pues burlabas aquella hemorragia con otros labios.

Y así, entre los recuerdos de las constelaciones que alguna vez pude apreciar en tus ojos,
me propuse enfrentarte, por última vez.

Estaba aterrado, ¿Qué te diría?
Aún así, no quise mirar hacia atrás,
sufro de vértigo, amor....

Al final, lo hice.

Aunque el perfume de tu adiós impregnó mi boca,
aún cuando me dolió, desesperadamente;
en el picor de mis ojos...
en aquella herida que se extendió por mí pecho,
quemando con la verdad a mí iluso corazón.
Te habías ido.
Y, rehúsandose a creerlo,
bombeando el mismo dolor por mí torrente.

Me di cuenta:
De que algunas veces sólo se aprende perdiendo.

Perdedor...

Entre las olas de tu recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora