Extraño ajeno a... ¿Mi antiguo hogar?

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Incómodo.

Me acongoja ese suplicio...
Esa... ¿Sensación? Culpa.

Cuidadosamente abrí la puerta,
me deleité al halagar los rincones.
Olí con cierto desagrado su nostálgico y dulce olor.
No se sentía igual.

Era extraño, o ese era yo...
Un extraño.
Al menos, así me sentía mientras más me adentraba,
todo había sido mío alguna vez...
¿No debería sentirme en casa?
Supongo que ya no me perteneces.
Ni aunque posea en mi entrepierna, labios y manos,
las llaves. Para esta noche.
Ajeno a ti.
Raro.

Verte así...
No lo sé.
De igual forma decidí recorrer todos tus adentros, pensé:
Quizá alguno refleje mis antiguos sentimientos,
Qué difícil.
La ambivalencia de mi odio y tu amor se desvanecía en esas sábanas.
Y volvía, por unos pocos segundos.
Pero lo hacía.
se hacía eterno,
nunca pensé en lograr correrm... Recorrer todas las esquinas.

Joder...

~

Observé como dormías plácidamente en mi insomnio,
el amorodio,
No.
La rivalidad que hicimos,
que forjamos, tergiversó incluso la verdad,
fundió el bien y el mal en esa, "desconocida" y "ajena" a  mí, cama...
La cual, no dejaba de emanar sexo y transpirar nuestros versos,
Sabes a lo que me refiero.

Miré el techo unos segundos, minutos...
No lo sé.
No sé cuánto duré,
lo que esperé.
Sólo sé,
lo mucho que quería irme,
cada segundo danzaba entre la eternidad  de mi espera, y los minutos afirmaban y chequeaban su paso por el sombrío tic tac de mí reloj.

Me desesperé.

La cama empezó a quemarme,
a recordarme,
memorias de tu adiós, resentimientos del ahora y vacíos del mañana...

Ahí me di cuenta de lo que hice,
¿Cómo dejé que esto pasara?
Me indigné, claro... Si es que aún quedaba algo de dignidad en los escombros de nuestra guerra.
Te volví a ver.
Tú...
Besé tu frente...
-Qué patético.- dije.
mi orgullo derrotado en tus incómodas sábanas y tu, muy apetitosa carne.

Me levanté y la nostalgia invadió mi ser...
Yo...
Muriendo de sed y siendo tu oasis.
-Recordando en las ruinas.- se me escapó.

Pasó en un instante,
yo girando la perilla,
Y sentí tus punzantes ojos analizandome.
Al voltearme y ver tus ojos...
Wow... Mas bien Auch.

Una aterradora y acogedora obscuridad no me dejaba avanzar.
Intenté decir algo,
no pude...
Quería, claro que quería....
Te amo, intenté transmitirte con mi mirada.
En serio,
era imposible emitir algún sonido.

Nuestro adiós se daba en el alma,
trayendo de regreso, por última vez espero,
los dos puntos demás tras nuestro trágico y hermoso final.
Así logramos alargar la noche.
Así logré armarme y desarmarme dentro de ti.
Espero no haber dejado alguna parte.
No a propósito.
-sonrío-
Y...
Cayendo en cuenta.
En circunferencia, en un ciclo.
En un jodido ciclo sin Dios.
Nuestro maldito ciclo de amor.

Agh...

Y así lo querrá el destino:
Dije,
La próxima vez que te vea,
Inevitablemente me volveré a enamorar de ti.
Y tan inevitablemente como siempre, nos volveremos a despedir.

Maldición.

Entre las olas de tu recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora