Capítulo 4

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Samarie

No me gusta su mirada, no me gusta como habla y tampoco como le coquetea frente a mi. ¿Es que Carola no entiende que Fabián tiene ojos solo para Gina?

- Me encanta como trabajas. Así cualquiera es jefa de una de las empresas más importantes de todo Estados Unidos. - le doy pausa a mi novela y miro con el ceño fruncido a ¿Darwin?

¿Qué hace mi primo aquí?

- ¿Qué haces aquí? - inquiero llena de sorpresa.

- A mi también me da gusto verte. - rueda los ojos.

- No seas bobo. - río y le doy un abrazo. - Es solo que nunca vienes a visitar a tu prima. ¿O es que has venido para ver a Carla? - subo y bajo las cejas para molestarlo.

- Nada de eso. Vine a hablar contigo. - pone cara seria.

- Deberías invitar a comer a Carla, sabes que le gustas.

- Y ella a mi también - abro los ojos impresionada por su confesión. - Pero solo para una noche y la verdad es que yo le gusto para estar juntos toda la vida, según parece.

Ruedo los ojos - Idiota. No sé qué te vio mi amiga. - niego con la cabeza.

- ¿No ves que soy un partidazo? - da una vuelta.

Río volviendo a mi asiento - Que idiota, en serio. Bueno de qué quieres hablar.

- Sobre tu hermano. - su semblante cambia, ahora está totalmente serio.

- Ay no. ¿Ahora qué hizo Dominic? - apoyo mi cabeza en la silla giratoria.

- Está en la cárcel. - suelta esperando mi reacción.

- ¡¿Qué?! - me levanto de la silla. - ¿Porqué? ¿Desde cuándo?

- Desde anoche.

- ¿Y porqué no me lo dijiste antes? - me quejo.

- Lo supe hace un rato. Salió en las noticias. - dice con vergüenza.

- ¡No puede ser! ¡Dominic! Lo voy a matar Darwin, en serio. Tiene veinte años ¿dónde está su sentido de responsabilidad?... ¿Qué fue lo que hizo? - inquiero con temor a lo que me pueda responder.

- Intentó robar un pez de una tienda de mascotas. - Darwin intenta reprimir la risa.

- ¿Qué? ¿Un pez? - estoy anonadada mi hermano sí que es estúpido.

- Estaba borracho. - aclara.

- Bueno, al menos sé que a mi hermano no le faltan veinte tornillos sino dieciocho. Ya sabes, al menos estaba borracho. - comento sarcástica.

Escucho que tocan la puerta y por ella se asoma Sebastián.

- Liu Hui Ying ya ha llegado. - anuncia.

- Bien. - camino hasta la puerta. - Ya veré que hago Darwin, por ahora que Dominic disfrute de su estadía en la cárcel. A ver si así aprende.

- Bueno como tú quieras prima. Nos vemos. - se despide de mi y pasa por mi lado.

Camino junto a Sebastián hasta una sala de espera finamente decorada y nos hacercamos hasta una mujer de mi edad bastante delgada pero visiblemente operada con cabello hasta sus hombros color negro con uno que otro mechón rubio.

¿Quién es Sam? Where stories live. Discover now