AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS

Parte 34

-Duerme conmigo-

-¡Ana!-

-Por favor, solo esta noche, no te volveré a pedir nada- la coloco sobre el colchon.

-Ok. Quieres algo para dormir-

-Con una camisa me basta- busco entre mis cajones alguna de mis camisa y se la entrego

-Que acogedor-

-Creíste que me desharía de ella-

-Es raro que la conservaras todos estos años-

-Fue mi compañera de consuelo-

-Eso fue raro- dice arqueando una de sus cejas

-Tenia tu aroma y dormía bien con ella- ella se levanta de la cama con la camisa en la mano – el baño es la segunda puerta.

Sale del cuarto para poder cambiarse, yo por mientras procedo a retirarme los pantalones y la camisa de vestir para dar paso a unos pantalones de piyama y una playera. Cuando he terminado de vestirme, una dulce figura se posa en el marco de la puerta.

-No has cambiado mucho-

-¿Eso crees?-

-Si- se sube a la cama para cubriré con el edredón

-Tú si has cambiado mucho-

-Han pasado tantas cosas Ismael, que eso hace que la gente cambie-

-Lo entendería si por lo menos me contaras- me siento al borde de la cama

-Todo a su tiempo, sí. Ya veras que te contare todo, te lo prometo- me susurra al oido

Ese acto hace que una corriente eléctrica recorra mi vértebra, ella se recuesta sobre mi espalda, dejando que su respiración calmada relaje mis tensos músculos.

-Vamos a dormir. Ven- se recuesta sobre la cama.

-Ok, pero no te prometo tener tanto auto-control esta vez- me recuesto a su lado dejando un espacio entre nuestros cuerpos. Ella suelta una pequeña risa.

-Solo descansa- y se apodera de mi pecho y yo solo la abrazo.

Caemos ante los poderes de Morfeo en poco tiempo, estábamos tan agotados.

Luces de neon rodean el lugar.

-¿Dondé estoy?- pregunto en voz alta

-Ismael- una voz me llama

El olor a prados y flores silvestres invaden el espacio. Ese aroma inconfundible es solo de una persona.

Al despertar busco a Ana, pero no esta. Solo su aroma, checo la hora en el reloj del buró y son casi las 10:00 pm. Me levanto y la busco, pero no esta, ni ella ni su ropa, la playera que le preste esta extendida sobre la cómoda. Se fue. Y lo que mas me molesta es que se ha de haber ido a ese maldito lugar donde trabaja.

Ya no se que hacer o que pensar, estoy en una completa encrucijada, esa mujer me tiene así. Debo de volver a dormir, mañana será otro día.

A la mañana siguiente, me levanto como siempre, tomo mi ducha y salgo únicamente en bóxer. Aun aprecio la camisa que le preste anoche, la cual se ha impregnado nuevamente con su aroma tan embriagante. Pero decido pasar mi día tratando de no pensar en ella, me preparo mi café y miro las fotos del muro, veo las fotos de mi madre, de ella, de mi. De esos recuerdos o momento que me hacen felices. Ya regrese, todo me recuerda a ella, esta maldita obsesión me volverá loco.

Decido salir para despejar mi mente. Un pantalón de mezclilla y una polo negra. Lo bueno de vivir aquí es Central Park, voy muy seguido para poder despejar mi mente. Por la noche es la celebración de navidad de la empresa, así que tengo todo el día libre.

Al llegar a la zona del parque, veo muchas familiar: niños corriendo y jugando. Es divertido. Saco mi cámara y procedo a tomar algunas fotos del lugar. A pesar del inmenso frío que hace por la temporada, parece no afectarles y creo que es por que se divierten tanto que olvidan sus problemas. Me gustaría que los míos fueran así de fácil de olvidar.

Tengo la extraña sensación de que algo pasa, no solo por Ana; si no que también mi padre me esta ocultando algo... debo de tener en cuenta lo que vi ayer entre él y Daniela. Es difícil de digerir, a pesar de que él esta soltero y ella también, no veo porque ocultarlo, a que se debe tanto misterio entre ellos.

Luego lo de mi nuevo puesto, odio mi carrera, pero los casos que me da mi padre, son tan... familiares. Es dificil decir que no o dejarlo a la borda. Quisiera que todo fuera mas sencillo y solo irme, desaparecer... asi como Ana lo hizo, de la manera en la que dejo lo poco o mucho que senbro en mi corazón, en las personas que la apreciabamos.

Me gustaría estar como ellos, sonriendo y divirtiéndome. Dejar todo y hacer mi vida como me plazca, pero siento que no puedo... aunque ya no hay nada que me lo impida.

El golpe de una pelota en mi cabeza me saca de mis pensamientos. Al girarme a ver al responsable, unos hermosos ojos cafés y una melena castaña clara y chinos gruesos, abarcan mi campo de visión.

FELIZ NAVIDAD A TODOS...