-Será una noche de locura – dijo Lauren.

-¿porque? – respondí sonriéndole

-Tengo planeado cumplir otro sueño acá en New York – la quede mirando – por el momento, quiero ir a bailar – se acercó y me besó -¿Vamos bebe?

-Vamos.

Terminamos de cenar, pagamos y salimos del restaurante, hice parar un taxi y nos subimos tomadas de las manos, hablamos de lo rico que estuvo la cena, de algunas cosas de la universidad ¿era normal sentirse tan completa a su lado? De que Taylor ya me extrañaba y le había preguntado toda la semana por mi, le dije que le dijera cuando la viera que apenas tuviera tiempo iría a su casa y ella besó mis labios – por acá por favor – le dije al taxista – gracias – cuando nos bajamos no había ni un pub y Lauren me miró.

-¿Qué definición de baile tienes? – sonreí.

-La primera vez que bailamos fue bajo la lluvia ¿te acuerdas? – las dos sonreímos.

-Nunca lo olvidaría

-Nuestros bailes no son normales, así que ven – agarré su mano y bajé una escalera hasta llegar a una puerta en donde toqué el timbre.

-¿Camila? ¿Qué haces por estos lados? – era Bea

-Vengo a bailar – Bea me sonrió y de ahí su mirada bajó a mis manos entrelazadas con las de Lauren y me guiñó un ojo.

-Pasa ya sabes que hacer – Bea guardó nuestras cosas y llevé a Lauren hasta una sala adjunta a la entrada

-¿Qué hacemos acá?

-Bailaremos, pero primero me verás hacerlo a mí – me cambié delante de ella y noté como su mirada no se perdía ni un detalle de mis movimientos – cuando era pequeña hice durante mucho tiempo ballet y de ahí lo dejé

-¿Por qué? – sabía que lo preguntaría.

-Trabajo de mis padres y cosas así, ahora ven – tomé su mano y nos fuimos a una de las salas – espero que disfrutes el baile – senté a Lauren en un silla al medio del salón – cuando bailaba siempre había problemas entre los que hacían ballet y los chicos de bailes urbanos, decían que el ballet no era sexy ¿tu que piensas? – Lauren estaba hipnotizada mirándome y sentí mis mejillas ruborizarse – bueno respóndeme después del baile – la música comenzó y entonces empecé a caminar, saltar, hacer piruetas por todo el lugar, hice algunos ejercicios de suelos, otros en la barra y corrí hasta Lauren, salté y caí suavemente sobre sus piernas mirándola de frente, comencé a moverme sobre ella sin dejar de mirarla  sonreí. Me paré y abrí sus piernas lentamente y comencé a bajar y sentí como Lolo se tensó por completo, volví a bailar por todo el lugar y está vez llegue por la parte trasera de Lauren, acaricié su cabello, cuello y piernas. Me di la vuelta y volví a sentarme frente a ella – hola – dije sonriéndole.

-Ho… ho… hola – tragó saliva, seguía moviéndome sobre ella y sentí sus manos acariciar mis piernas, subieron hasta las caderas y de a poco mi movimiento se fue calmando, teníamos nuestras frente juntas  podía notar el ambiente caliente – eres jodidamente sexy – dijo lamiéndose el labio inferior.

-Baila conmigo – desabroché su abrigo y la levanté para que bailemos. Recorrimos todo el cuarto bailando, riéndonos, besándonos, acariciándonos hasta que quedamos exhaustas en el suelo mirando el techo el cual era de vidrio – creo que tendremos que bañarnos – dije aun mirando al suelo cuando sentí que Lauren se incorporaba y colocó la mitad de su cuerpo sobre el mío - ¿Qué pasa? – dije mirando sus ojos verdes.

-Bailas increíble – besó mis labios – enserio, es una lástima que lo tuvieras que dejar.

-Bueno prefiero mi vida de ahora, solo era un regalo para ti – está vez la besé yo.

-Será mejor que nos vayamos – dijo levantándose.

-¿Por qué? – dije sentándome en el suelo.

-Te dije que tenía pensando cumplir dos de mis 5 sueños en esta ciudad – Lauren se colocó el abrigo y se que a lo mejor será idiota pero amaba que se desvistiera y se vistiera, de la forma que lo hacía – así que anda a cambiarte, te espero a fuera bebe.

Fui al baño y me cambié de ropa lo mas rápido que pude, me despedí de Bea y salí. Lauren me estaba esperando en un taxi – anda amor ven sube – me subí con ella y la quede mirando.

-¿Qué tienes pensado hacer Lauren? – miré sus ojos a ver si podía hacerme alguna idea pero no, nada - ¿no me dirás verdad? – solo sonrió.

El viaje fue silencioso, creo que a las dos nos había afectado el baile – por acá por favor – le dijo al taxista y ella pagó – gracias, anda amor bájate – me baje y cruzamos la calle.

-¿Cómo sabes este lugar si se supone que nunca antes habías venido?

-No lo conocí, lo vi cuando llegamos ese día en el taxi – la quede mirando – llegamos – corrí la mirada hacía el lugar y no lo podía creer.

-¿Es enserio? – la miré nuevamente.

-Si – tomó mis manos - ¿entremos?

Amor entre LibrosWhere stories live. Discover now