-Creo que se la razón por la que me gustas tanto – dije secándome algunas lágrimas que por mas que quise se escaparon.

-¿Cuál? – las dos sonreímos.

-Eres distintas a todas las chicas que andan por ahí y creen que el dinero lo hace todo, eres distinta en todos los aspectos – acaricié su rostro – creí que me costaría mas volver a creer o sentir que alguien realmente se merecía mi amor – ella solo sonrió y besó la palma de mi mano – pero tropezaste en mi vida y yo… y yo sinceramente no sé que haría sin ti, se que suena raro porque solo llevamos un mes y eso pero lo que siento acá – toqué el centro de mi pechó – no es normal, no me importa luchar contra el 90% de tus amistades porque yo sé de lo que soy capaz con estar siempre a tu lado.

-¿Siempre? – escuché como un susurro de sus labios.

-Si – tomé su rostro por los costados – siempre – sonreí.

-Si sabes que tarde o temprano todo termina ¿verdad? ¿Qué ni un sentimiento es eterno?

-Te propongo algo – dije levantándome de la cama y a la misma vez a Camz.

-¿Qué cosa?

-Rompamos las reglas – la abracé y sentí la respiración de Camila chocar con mi piel descubierta – seamos ese porqué las personas quieran creer en el amor eterno, ese porqué de que si vale la pena estar toda la vida junto a esa persona que te hace sentir única, especial… el amor de tu vida – Bajé mi vista a los labios de Camila.

-¿Sabes que es lo que mas me encanta de estar juntas?

-¿Qué? – dije sonriéndole.

-Me enseñaste a bailar en lugares y circunstancias únicas – sonreí – así que ahora ponte tu abrigo, saldremos.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Pon tu abrigo Jauregui, iremos a bailar.

Narra Camila

No tenía corazón para decirle “si, rompas las reglas” todo mi cuerpo quería un si de respuesta pero no pude y no sé si pueda. Cuando bajamos nos fuimos en taxi hasta un restaurante.

-Creo que bailaríamos – dijo moviéndome la silla

-Gracias – dije sentándome – primero comeremos, muero de hambre.

-Tu siempre tienes hambre – las dos sonreímos.

Después de unos minutos ya teníamos nuestros pedidos sobre la mesa, sonreíamos, reíamos y nos tomábamos de las manos. No nos importaba si las personas miraban éramos solo ella y yo, miraba esos ojos y me preguntaba si sería capaz de estar sin ellos y la respuesta fue clara… no. Se que no podría darle una eternidad a Lauren, se que a lo mejor ni siquiera tendríamos el tiempo que nos merecíamos pero si sabía que mientras esto durara, nuestra burbuja no se reventara nuestras vidas serían hermosas porque yo me encargaría de que ella cumpliera cada meta y sé que ella se encargaría de las mías.

Durante la cena tuve muchas imágenes de ella y yo en un futuro, la veía saliendo de su carrera, yo mi familia y la suya esperándola para felicitarla, me veía viviendo con ella en una casa con gatos y perros, me veía teniendo un hijo, creando familia… me veía tan completa y feliz que me dolía. Si algo me habían dicho era que no me permitiera creer en el futuro, crecí con esa frase en mi cabeza durante años hasta hoy. Hoy que tengo a una persona increíble a mi lado y me hace sentir todos estos sentimientos, hoy que quiero amar, hoy que quiero sentir, hoy que quiero… que quiero vivir, hoy quería decirle que si, que si quería romper todas las reglas del amor a su lado pero no tengo idea si podré, no sé si podré hacer muchas cosas mas adelante con ella pero si de algo estaba segura era de que podía darle eternidad a momentos hermosos que pasemos juntas y eso era lo que quería.

Amor entre LibrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora