4.

12 2 0
                                    

Al llegar al colegio, todos me miran raro por estar usando un gorro de invierno cuando estamos en verano

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al llegar al colegio, todos me miran raro por estar usando un gorro de invierno cuando estamos en verano. Lo único que yo quiero es que llegue rápido el entrenamiento. Y así fue, camino hacia los camerinos, donde la mayoría de chicas están llorando, parece como si estuvieran en un funeral. Nina se me acerca dándome un abrazo, el cual no rechazo pero sigo sin entender. Las únicas que no lloran son las tres tragonas, pero se que se están conteniendo.

–Ya se enteraron de que... ya sabes– dice Amber un poco apenada. Mi lado de Grace Molesta quiere salir, no me contengo.

–Si es porque tengo cáncer, agradezco que se preocupen por mi, pero estaré bien se los aseguro.  Como su mariscal de campo no quiero tratos especiales por tener cáncer, trátenme como si fuera la misma Grace, solo que ahora con menos cabello y enferma. No me traten mejor solo porque a veces se me dificulte caminar y eso, como capitana del equipo solo pido eso– miro a todas las 8 chicas quienes solo se secan las lagrimas.

–Agregando un poco a eso– se levanta Anna– demos lo mejor mañana en el partido, para que Grace no tenga que hacer todo siempre. 

–Bueno ya dejémonos de momentos lindos y salgamos a entrenar con esos novatos– digo haciendo reír a todas.

El entrenamiento ocurre mas lento de lo normal. A la mitad de tiempo decido sentarme en las bancas, dejando entrar a Megan, una jugadora. La entrenadora Allen se acerca ante la sorpresa de verme sentada y no corriendo.

–Supongo que usted ya sabe por qué ayer no vine a entrenar, solo no quiero que usted me trate como si me fuera a morir, estoy cansada. Eso es todo– la interrumpo cuando iba a abrir la boca para hablar. Ella solo asiente con la cabeza pasándome un vaso con agua.

–Cuando te sientas mejor, puedes volver al campo– sugiere mientras alienta un poco a las chicas. Después de todo no juegan tan mal sin mi. Cuando va a comenzar el segundo tiempo, decido levantarme e ir al campo.

–Es bueno verte aquí otra vez– dice Chad cuando llega a mi lado. 

–Pienso lo mismo novato– digo con desdén riendo.

–Ya veremos mañana quien gana en el partido.

–Supongo que nosotras.

–Aun me debes una salida– opina de repente.

–Mañana después del juego– blanqueo los ojos llegando a mi posición. El solo asiente con una gran sonrisa bajo su casco. 

Cuando acaba el entrenamiento, llamo a Rhys para ver si me viene a recoger, pero solo me dice que no demora en entrar a un examen y esta repasando con su melliza. Supongo que tendré que caminar. Al salir por la puerta del campo, me encuentro con un hombre llevando ropa sucia, una barba larga y unos ojos verdes muy oscuros.

–Grace– me llama.

–¿Quien es usted?– pregunto.

–Soy tu padre hija– me quedo en shock. Está igual de desechable cuando nos abandonó.

Amor enfermizoWhere stories live. Discover now