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Una vez llego a mi casa, encuentro a mis dos hermanos mayores sentados cada uno de sus escritorios

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Una vez llego a mi casa, encuentro a mis dos hermanos mayores sentados cada uno de sus escritorios. Al otro lado esta mi madre en la cocina, viendo que hace de cenar. 

–Uy hola hermanita– dice mi hermano Rhys cuando se da cuenta que llegué. 

–Hola mellizos– los saludo a los dos, aunque Sandy parece estar mas concentrada en su tarea, pero aún así se limita a sonreír como saludo. Dejo mi mochila en la silla de mi escritorio frente a la pared y voy a mi cuarto para recostarme un rato. Agarro el libro que he estado leyendo últimamente y abro la pagina donde había quedado.

No puedo esperar a que sea sábado, ya quiero que Johnson sea mi esclavo, pero... ¿por qué no hacerlo mañana en la noche? Así el será mi esclavo hasta el otro martes. Decido dejar la lectura y agarro mi teléfono. Abro el chat con el "desconocido" y le mando un mensaje.

<<Hagamos el desempate mejor mañana, así te haré sufrir por el resto de la semana y dos dias de la otra>>

Una vez que este ya tiene dos palomitas grises, no demoran en ser azules y aparecer en la parte superior un escribiendo.

<<Jmm... esta bien, pero en la noche. Ya quiero llevarte a un restaurante :)>>

Y lo dejo en visto. A través del marco de la puerta, entra un peculiar olor a pizza de mi madre. Me levanto de un salto y cuando voy a abrir, Sandy lo hace, pegándome en la cara.

–Lo siento Enana– pone una mano en mi rostro mientras ríe.

–No hay problema– hago un intento de sonrisa que termina en fracaso.– creo que bajaré a comer.

–Te acompaño– agrega y ambas bajamos las escaleras hasta llegar al comedor donde ya están sentados Rhys, mi padrastro y mi madre. Cada uno toma de a dos rebanadas de pizza, y comemos en silencio. Mi padrastro solo dice lo rica que esta la pizza de mi madre y lo bien que le fue en la junta que tuvo hoy. 

Una vez todos acabamos la cena, mi madre sube a su cuarto con su marido, mientras los mellizos y yo organizamos las cosas.

–Aún no me agrada ese tipo– dice mi hermano lavando los trastes.

–Por lo menos se preocupa por nosotros, no como nuestro padre real– agrego limpiando a mesa.

–La Enana tiene razón Rhys– añade segundos después Sandy secando las cosas. Nuestro padre era un alcohólico que ahora anda en la calle de bar en bar. Me alegra que después de un tiempo mi madre haya encontrado un nuevo marido que no la ha defraudado. Pero nosotros no nos hemos acostumbrado a estar bajo el mismo techo con el. Solo que el va a las juntas del colegio cuando mi madre no puede y nos saca de paseo, no como el otro. 

Cuando por fin acabamos y dejamos la cocina impecable para mañana el desayuno, los tres vamos al baño, nos cepillamos los dientes y de ahí cada uno se dirige a su cuarto. Una vez llego al mío, no me molesto en prender la luz. Saco una pijama que me pongo rápidamente, dejando la ropa sucia en el piso.

Amor enfermizoWhere stories live. Discover now